La Comunidad Andaluza ha vuelto a cumplir una de sus tradiciones más esperadas por todos desde hace 24 años. Esta tarde se ha bendecido la Cruz de Mayo ante los aplausos de festeros y miembros de la entidad cultural, que lucían sus trajes flamencos para despedirse, además, de la particular Feria de abril ilicitana que ha estado estos días instalada en el Parking de Candalix.

Es así que los componentes de esta entidad han elaborado una cruz de un par de metros de altura llena de rosas blancas y rojas, que representan la cruz que pidió Santa Helena a los fieles en su lecho de muerte, cargada con un simbolismo de alegría y devoción, como un año más han querido celebrar a las puertas de la sede en el Polígono de Carrús.

A este evento han asistido los socios de la Casa de Andalucia con representación de sus reinas, damas y damas de honor, de la misma forma que han acudido miembros de la corporación municipal como el edil de Fiestas José Pérez o representantes de la Gestora de Festejos Populares como Fernando Jaén, como presidente, además de una de las damas mayores de las fiestas de Elche y las reinas y damas infantiles.

Cuando todos los asistentes estaban preparados alrededor de la cruz, la escritora local Fina Esclapez ha leído un manifiesto explicando la historia de la cruz y lo que simboliza para los andaluces. Acto seguido el párroco la ha bendecido tanto a la cruz como a los asistentes al acto. Justo después todos han entrado al recinto para disfrutar de un vino de honor acompañado de la emocionante actuación de baile con castañuelas de Sonia Delacama o las actuación del grupo Raxoda Canto.

Según Carmen Serrano, presidenta de la Casa de Andalucía, este ha sido el mejor fin de fiestas después de unos días con las carpas montadas en la feria andaluza, "tenemos ilusión por seguir adelante, y sobre todo, consolidar para llegar en futuras ediciones a diez o quince casetas, para solidificar la esencia" apuntaba.

La Casa de Andalucía se fundó en 1987 y desde entonces no ha parado de celebrar actos que promueven los valores de las raíces de muchos de sus socios, que se muestran emocionados por la unión tan grande que han conseguido en estos años, como podría ser el caso de Gloria Ortega, que es de origen cordobés pero lleva más de sesenta años en Elche, pero siempre apostando por la cultura andaluza, ya que es integrante del grupo rociero Ramaseca.

Diferente es el caso de Begoña Escolano, que es socia de esta entidad desde hace sólo tres años, y nunca ha tenido una vinculación con Andalucia, ya que sus raíces son canarias y alicantinas, sin embargo, reconoce que se ha impregnado de los gustos de su abuelo, que solía ver los programas de cante jondo que se emitían en blanco y negro, y que desde entonces ha puesto tanta atención que es de las primeras que aprovecha la ocasión para enfundarse su traje de flamenca y bailar, un sentimiento que se ha pasado a su hija, Cintia Brotons, que representa el cargo de reina infantil de la Casa de Andalucia.

José Agulló también tiene una fuerte vinculación con la fiesta desde que sus amigos andaluces lo fueron introduciendo en esta entidad en 1994. Él es ilicitano y su mujer de Castilla La Mancha, pero consideran que lo importante es la buena gente que se conoce donde no hay barreras entre unos y otros.

Con estos actos la comunidad andaluza más ilicitana sigue trabajando para que la cultura y los valores de estas raíces pervivan y todos conozcan un poco más de las costumbres del sur de España.