n El Sindicato Médico de Elche denunció ayer la vulnerabilidad de los médicos de Atención Primaria a la hora de tener que atender urgencias médicas en los domicilios de los pacientes. Unas consultas a las que, en la mayoría de casos, van solos, con su propio vehículo, y sin que desde el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) se tenga en cuenta su criterio, primando el del operador al teléfono. En muchas ocasiones se les dice que el coordinador médico del servicio para evaluar la emergencia se encuentra ocupado para determinar si se debe acudir con un Soporte Vital Básico, un SAMU o solo el médico de cabecera que esté atendiendo también las urgencias. Denuncian, además, que desde hace unos meses, el criterio que se sigue es que el médico tiene que desplazarse al domicilio del paciente, evaluar allí la situación, y entonces determinar si se necesita vehículo sanitario, sea el que sea, u otras atenciones médicas.

El último caso ocurrió este mismo fin de semana cuando el CICU dio un aviso al Centro de Salud de El Pla para atender una urgencia en un domicilio. La operadora dio traslado de que se trataba de un paciente que había manifestado que, de repente, no podía mover los brazos y las piernas. La facultativa del centro, al no poder contactar con él por teléfono porque el número que se le había dado no era operativo y no poder evaluar la gravedad del cuadro, solicitó que pasara a recogerla un Soporte Vital Básico para acudir a la casa del afectado, ya que, por los síntomas descritos, podría tratarse de algo grave, ya que afectaba a la capacidad motora. La operadora del CICU dijo que se lo comentaría al coordinador, y posteriormente alegó que la orden era que la médica fuera por sus propios medios.

«Como era de esperar, pues pasa casi siempre, dijeron que estaba ocupado y que no se podía poner al teléfono, que fuera yo con mi coche, lo valorara, y entonces, si era grave, que enviarían el vehículo», denunciaron ayer desde el Sindicato Médico (CESM).

El problema pasa, por un lado, por el hecho de que el médico acuda sin los medios adecuados que ha pedido para realizar una atención correcta. El hecho de que acuda solo limita la atención, pues tan solo puede llevar el fonendoscopio y el aparato para medir la tensión. La ley impide el transporte en vehículo no sanitario de cualquier otro material. Por otra parte, los médicos también denuncian la indefensión a la que se ven sometidos en este tipo de consultas. En el caso atendido el sábado, por ejemplo, además de que el CICU dio mal la dirección y la afiliación del paciente, ya que se trasladó que no tenía SIP cuando sí la tenía y no se pudo consultar su historia médica, la doctora tuvo que «entrar en un asentamiento ilegal y hacer de detective para encontrar la casa, con el miedo en el cuerpo de no saber dónde estaba o qué se podía encontrar», relatan desde el sindicato.

Y es que la reciente agresión al médico de Camarena, el pasado jueves, por la que se encuentra en coma después de haber ido a atender a una urgencia, mantiene en una constante preocupación al personal sanitario ahora más que nunca. «Estamos completamente vendidos, vamos con nuestros coches a sitios que ni siquiera sabemos cómo están y que pueden ser conflictivos. Y lo hacemos solos, sin nadie, sin un conductor que nos espere, no es de recibo», cuentan con creciente preocupación.

Denuncia

Algunas de estas cuestiones ya han sido denunciadas tanto por CESM a nivel particular como por la Junta de Personal al completo del Hospital General de Elche. De hecho, el hecho de que sean los facultativos quienes se tengan que desplazar con su coche hasta el domicilio del paciente se ha llevado ante la Inspección de Trabajo y podría cambiar en los próximos meses, según fuentes sanitarias.

En cuanto a las nuevas normas del CICU a la hora de atender a pacientes de Urgencias en sus casa, el Sindicato Médico CESM ya presentó un escrito el año pasado alertando de la demora en los tiempos de la atención sanitaria a la población que suponía la normativa que dicta que primero ha de ser valorado en una visita en casa.