n Para los fabricantes españoles que apuestan firmemente por el Made in Spain, la deslocalización de la producción de China con destino a otros países del Sudeste Asiático no es una buen síntoma, ya que se trata de un producto contra el que les resulta más complicado competir.
Así y todo, los empresarios de la provincia insisten en la importancia de hacer pedagogía entre los clientes de calzado, para que sean conocedores de que el producto que se fabrica en España genera riqueza entre la población española, y que cumple con unas reglas del juego que no se dan en muchos países desde los que se importan pares de zapatos.
Desde el sector zapatero de la provincia, apuntaban que «tenemos que apostar fuerte por el producto fabricado en España, ya que nuestro valor añadido es la calidad del Made in Spain, aunque el precio final sea mayor que el del producto fabricado en el Sudeste Asiático, donde las condiciones de los trabajadores no son, ni mucho menos, como la de nuestros empleados».
No obstante, desde la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal) insistieron en que el producto que se importa del Sudeste Asiático no tiene que suponer un problema para los fabricantes de la provincia. La presidenta de Avecal, Marian Cano, aseguró que «nuestro segmento es el del calzado medio y alto, por lo que el producto que se fabrica en China o en otros países del Sudeste Asiático no tiene que suponer una competencia para el zapato de calidad que sale de nuestras empresas».
El producto que más se importa a España suelen ser sneakers. Concretamente, el 85,23% del calzado importado es el que no está fabricado en piel. Un 40% es textil y otro 40% es el fabricado en caucho o plástico. Este tipo de calzado representa más de 260 millones de pares valorados en 2.012 millones de euros.
Por contra, el calzado de piel que se importa supone el 15,77% del total, que son 45.235 millones de pares, valorados en 991 millones de euros.
