Un libro en el que sean las propias aparadoras las que cuenten sus experiencias en el mundo del calzado, puesto el foco en diversas generaciones de ilicitanas: desde las que ahora pasan apuros para que se les reconozca una pensión digna tras décadas de trabajo hasta las jóvenes menores de treinta años que reniegan de este sector laboral vistas las dificultades por las que han pasado sus abuelas, madres o tías. Este es el propósito de dos jóvenes periodistas de Elche, Beatriz Lara (1992) y Gloria Molero (1995). Ambas, formadas en la Universidad Miguel Hernández y residentes en Madrid en la actualidad, van a escribir el libro «Aparadoras. Las mujeres que fabrican tus zapatos».

«Las condiciones en las que muchas aparadoras trabajan durante años -algunas empezaron a trabajar incluso antes de la edad legal para hacerlo- acarrean consecuencias en su salud física y mental», aseguran las periodistas en el texto que han preparado para lanzar su proyecto de captación de fondos. Para ello, se basan en un estudio que elaboró la Universidad de Alicante en el que se concluyó que el 67% de estas trabajadoras del calzado sufren dolor de huesos, columna y articulaciones, mientras que el 20% padecen trastornos psicológicos tales como depresión y ansiedad.

Este es uno de los motivos por el que Lara y Molero no se extrañan de que la mayoría de las jóvenes ilicitanas, chicas de su quinta, renieguen de este oficio y se busquen un futuro próspero en otros terrenos. «Las aparadoras siempre han sido el eslabón más débil y la mayoría de ellas han llegado al trabajo como parte de una especie de herencia familiar», narra Lara. Al margen de la experiencia que van a recoger de las trabajadoras más veteranas, una parte importante de su labor de investigación pasa por las entrevistas que van a mantener con menores de 30 años. «No quieren aprender esto porque han visto a la categoría social y económica que se han visto relegadas sus familiares, siempre dependientes de sus maridos. Esto es una pena porque no se renueva el talento en este sector», añade la periodista ilicitana.

Las aparadoras han tomado recientemente el ejemplo de las «kellys» de Benidorm y han comenzado a organizarse para reivindicar su papel. Este hecho ha servido de inspiración para que Lara y Molero se animen a dejar blanco sobre negro la historia de este colectivo, en un trabajo que combina la investigación con el periodismo de fondo. Los testimonios en primera persona que van a recabar permitirán hacer un recorrido por la historia del calzado, tan importante en un territorio como el ilicitano. El trabajo de estas jóvenes también facilitará que salgan a la luz muchos casos en los que se trabaja sin contrato ni Seguridad Social y queda silenciado dentro de la cultura de la economía sumergida.

Dentro de la campaña de difusión de la obra que van a empezar a escribir, las periodistas ilicitanas se muestran abiertas a que más mujeres relacionadas con la industria del calzado se animen a compartir con ellas sus testimonios, cuantas más, mejor. De hecho, entre sus planes a medio plazo pasa publicar un segundo volumen. Con todo, no quieren precipitarse y los próximos meses sus esfuerzos se concentrarán en la escritura de «Aparadoras. Las mujeres que fabrican tus zapatos». De momento, la primera conclusión que han sacado es que las jóvenes ya no se quieren dedicar a este oficio.