Patricia Aguilar, la joven ilicitana captada por una secta en Perú que fue liberada hace algunas semanas, ha podido por fin reencontrarse con su padre, Alberto Aguilar, que viajó en junio hasta Lima para acelerar las investigaciones para el rescate de su hija.

La familia ha informado a través de un comunicado de que Patricia se ha mostrado muy receptiva. Padre e hija han podido darse un abrazo y han conversado durante un largo periodo de tiempo.

La joven también pudo hablar ayer con su madre y su hermano a través de videollamada. Aunque en un principio se temían que pudiera rechazar a sus seres queridos por el lavado de cerebro de la secta, se interesó por el estado del resto de su familia.

Desde que fue rescatada, Patricia está siendo atendida y protegida por el Ministerio de la Mujer, recuperándose de la desnutrición crónica que tanto ella como su hija de poco más de un mes sufrieron durante la estancia en mitad de la selva donde fueron encontradas.

Ahora se encuentran mucho mejor físicamente, según ha informado la familia. Tanto ella como el bebé que presenta orgullosa y muy cariñosa a sus padres.

En este momento la familia depende de trámites administrativos para que tanto Patricia como la niña puedan volver a España. No obstante, apuntan a que "confiamos en que se realicen con máxima urgencia en Perú".

El problema pasa por que ningún médico asistió el parto de la joven, por lo que no se ha podido realizar ningún certificado médico para el registro del bebé. Por eso, la familia debe esperar 60 días desde el nacimiento, plazo que finaliza el último día de julio, para poder registrarla y continuar con los trámites para volver a España.