Un dron puede ser utilizado para hacer daño en una contienda bélica pero también puede hacer mucho bien, por ejemplo, repartiendo medicamentos entre personas con movilidad reducida o ayudando en la prevención de incendios o accidentes de tráfico. Utilizar la tecnología para construir y ayudar a la sociedad es uno de los pilares básicos con los que nació el proyecto educativo de El Caleidoscopio, iniciativa surgida desde el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) que se extiende por 86 colegios e institutos de más de 55 localidades de la Comunidad Valenciana y Madrid con las que se han firmado convenios. Esta iniciativa pedagógica ha llegado este curso por primera vez a las aulas de la capital.

La fuerte apuesta por la tecnología de este proyecto también va acompañada por una reivindicación de la cultura y el arte. Por este motivo, uno de sus pilares es el de una muestra de teatro hecho con humanoides. El pasado curso también se incorporó el ciclo MOMO, en el que se une la tecnología puntera de la impresión 3D con el cine, con la finalidad de que los estudiantes aprendan a realizar cortometrajes de animación, de temática social o medioambiental, mediante la aplicación de la técnica stop motion.

La firma del Parque Científico de la UMH también cuenta con una feria aérea. Para este proyecto se dan las nociones necesarias a los docentes para que, posteriormente, sean capaces de enseñar a sus alumnos a construir drones. «Queremos que dejen volar su imaginación, aunque también aprenden la legislación para saber qué se puede hacer y qué no con un dron», explica el responsable de esta iniciativa que aúna tecnología, arte y cultura, Ricardo Domínguez.

Desde que este proyecto se puso en marcha, más de 1.500 estudiantes de Primaria, ESO y Bachillerato han pasado por él y han recibido una formación especializada en campos como la programación informática, la robótica o la impresión 3D. Surgida en la maratón de empresas que anualmente organiza la UMH, esta startup celebra muestras a final de curso en la Universidad ilicitana, la Universidad de Alicante o la Universitat de València para exhibir los trabajos más interesantes de los estudiantes.

Que profesores y alumnos aprendan el manejo de la tecnología mientras no dejan de lado la capacidad artística es la esencia de este proyecto, que desde que se puso en marcha en 2013 ha formado a más de 150 docentes y va actualizándose. Exposiciones, ferias y vídeos con los mejores trabajos completan la labor realizada estos años.