Hace más de cien años que se excavó a mano, y hasta una profundidad de 9,5 metros, la estancia para ubicar la última de las cuatro elevaciones del Progreso. Una gran infraestructura, con túnel incluido, que en pocos meses se va a convertir en un centro de interpretación del Camp d'Elx, desde el que poner en valor el medio rural y contribuir a reactivar su actividad económica.

La comunidad de regantes El Progreso es la impulsora del proyecto, en el que ya está trabajando el arquitecto Diego Castaño, y que buscará apoyo europeo para financiarlo, dentro del grupo de acción local del sur de la provincia , del que forman parte pedanías ilicitanas.

Los trabajos se van a centrar en poner en valor la Elevación Cuatro Pilares, ubicada en la carretera de Dolores, y que cuenta con varias estancias, algunas de ellas subterráneas, que servirán para que los visitantes se hagan una idea exacta de cómo se empezó a regar el campo. «Gracias a esta infraestructura se empezó a cultivar en Elche», destacó el arquitecto Diego Castaño, mientras tomaba medidas y analizaba las posibilidades del proyecto.

El objetivo es que el futuro centro de interpretación del Camp d'Elx sea un revulsivo para el turismo sostenible y también para la actividad agrícola y ganadera. En este sentido, desde el propio centro se gestionará la unidad de inteligencia rural desde la que el Progreso quiere ayudar a los agricultores a desarrollar cultivos con garantías.

Actuación

ActuaciónPara poner en marcha el centro de interpretación del Camp d'Elx se va a rehabilitar la estancia de la elevación, para que sea visitable para todos los públicos. La idea inicial es ubicar un ascensor que ayude a salvar la distancia que le separa de la superficie, unos diez metros que ahora se salvan con una escalera de madera de caracol. El ascensor se colocará en el acceso que tradicionalmente se utilizaba para bajar la maquinaria con poleas hasta la estancia donde se ubican los motores que elevan el agua a la superficie.

Los expertos apuntaron que la intención es que la elevación conserve toda su esencia, y que se note que es una infraestructura con más de cien años de antigüedad. Por este motivo, se rehabilitará lo estrictamente necesario. En esta sala se explicará cómo se empezó a elevar el agua desde los azarbes de San Fulgencio para llevarla a zonas más elevadas del territorio rural, y poder distribuirla por los campos.

La visita seguirá por el túnel subterráneo que comunica la estancia con el exterior, y que en su día se excavó a mano. El objetivo es que este túnel sea un gran atractivo. Una vez que los visitantes hayan pasado por el interior de la instalación podrán ver dónde se impulsa el agua, que llega a un repartidor desde el que se distribuye por las acequias que la llevan hasta los campos de cultivo. Para completar el círculo en el exterior de la instalación se podrá contemplar las plantaciones que hay en la misma elevación.