Los cines Odeon son la única oferta cinematográfica en el centro de Elche desde que la aparición del centro comercial l'Aljub, hace ya 16 años, supusiera la caída de las salas abiertas como si se trataran de un castillo de naipes una tras otra en los años siguientes. Buena programación (aunque no sea de estreno-estreno), con mucha vista desde el programador de la Concejalía de Cultura para «rescatar» cine europeo que no se proyecta habitualmente en las salas convencionales, versiones originales (los jueves), directores independientes que encuentran un aplauso difícil en las salas comerciales o premios que se han otorgado recientemente -caso de los Goya o los Óscar-, y un precio de sólo tres euros (a excepción de los miércoles, que es de 1,50 euros, coste reducido que también disfrutan personas mayores o estudiantes), ha terminado de enganchar a muchos cinéfilos, especialmente los fines de semana, que sólo se encuentran con un problema: las colas.
Un ejemplo, el pasado sábado día 23 para el pase de las diez de la noche -se ofrecía uno de los grandes éxitos del año, la película sobre Freddy Mercury y el grupo musical Queen-, una veintena de ciudadanos aguardaba con paciencia la apertura de la taquilla a las ocho de la tarde, con 90 minutos de antelación (la taquilla se abre 30 minutos antes de la proyección, que era a las diez de la noche). Algo insólito: algunos estuvieron esperando tanto como tenía prácticamente de duración la película.
Precisamente, el hecho de que haya poco personal para atender al público (el necesario pues se trata de un servicio deficitario, además) y que los horarios de venta de entradas sean estrictos, ha generado más de un problema en las colas cuando muchos ciudadanos se han acercado sin saber que no es tan fácil obtener una entrada.
El «listo», que siempre se quiere colar con algún conocido con el que se ha encontrado casualmente, ha recibido más de alguna reprimenda con el espectador paciente, que lleva una hora esperando, y que no acepta que nadie se le cuele y menos a cinco minutos de la apertura de la venta de los pases.
¿Se pueden adquirir previamente? Sí, a través de Instanticket, lo que no evita el tener que pasar por la taquilla para recogerlas antes de la hora de la proyección. Precisamente, esta circunstancia también provoca quejas de aquellos que desconocen este insólito sistema, en pleno siglo XXI y piensan que siempre hay ciudadanos de primera y segunda. En cualquier caso, los Odeón son unos cines muy especiales que con el paso de los años se han ganado un lugar que para una empresa privada sería impensable porque con ellos, aunque gana la ciudad, pierde el bolsillo del Ayuntamiento, algo muy medido y previsto porque el objetivo, en definitiva, es dar más que recibir.
14 años
El Ayuntamiento de Elche adquirió la sala hace ya 14 años, precisamente, para paliar el problema que suponía que muchos ciudadanos, especialmente mayores, tuvieran problemas para desplazarse hasta el citado centro comercial para poder ver cine, una de sus aficiones preferidas.
La Concejalía de Cultura ha registrado en los mejores años cifras de hasta 80.000 espectadores, caso de 2017, un año después de proceder a una reforma que sirvió para ampliar el tamaño de las butacas (46.000 euros de inversión), lo que supuso perder cerca de un centenar entre ambas salas, pasando de una capacidad de algo más de 500 a poco más de 410. Pero ese éxito, que es más evidente los fines de semana, se acompaña algo los miércoles -el día del espectador- pero no tanto el resto de días laborables. Un éxito a medias.
