Situación inédita la que se vivió ayer en uno de los días más señalados en el calendario en Orihuela. El Ayuntamiento decidió mantener el acto de nombramiento de Caballero Cubierto y la recepción que éste ofrece en el Colegio Diocesano de Santo Domingo (la histórica Universidad de Orihuela), a pesar de la lluvia intensa que obligó al Consistorio a suspender la procesión del Santo Entierro horas antes. Aunque la procesión del Sábado Santo se enmarca dentro de la tradición religiosa, está organizada íntegramente por el Consistorio, por lo que se trata de una procesión civil. La amenaza de lluvia se sabía días atrás según todos los pronósticos, incluidos los de MeteOrihuela que asesora al Ayuntamiento en asuntos meteorológicos.

El Caballero Cubierto nombrado por el pleno, el cirujano Miguel Ángel Morcillo, disfrutó a medias del que es su día. Realizó la recepción pero no pudo procesionar en el Santo Entierro, donde tiene el privilegio de entrar a la catedral con la chistera puesta, gracias a una bula papal de 1620. Eso sí, el acto cambió de ubicación por primera vez y en lugar de realizarse en el claustro (al descubierto) todo el protocolo se trasladó al interior de la iglesia de Santo Domingo para evitar que ninguno de los invitados se mojara. «Hemos preparado el cambio de ubicación en 24 horas y ha quedado un acto precioso», destacó la edil de Festividades, Mariola Rocamora.

Acto que se volverá a repetir en un año con el mismo protagonista, anunció. La suspensión de la procesión del Santo Entierro provoca una situación curiosa. Al no poder desfilar el Caballero Cubierto y cumplir con el privilegio de entrar a la capilla de Loreto de la catedral con la chistera puesta, tendrá oportunidad de hacerlo el año próximo y procesionar así junto al trono más conocido, el de La Diablesa de Nicolás de Bussy. El Ayuntamiento no nombrará a otro Caballero Cubierto, sino que será Miguel Ángel Morcillo quien repita y lleve a cabo otra recepción en Santo Domingo y pueda procesionar el Sábado Santo de 2020 (si el tiempo se lo permite).

Una situación insólita. El único antecedente es el que protagonizó el Caballero Cubierto nombrado en 2004, Francisco Sáez Sironi (actual edil de Orihuela y diputado provincial). La lluvia obligó a suspender la procesión del Santo Entierro ese año y pudo procesionar al año siguiente, en 2005, cuando repitió. Sin embargo, no se puede comparar puesto que el Sábado Santo de 2004 ningún pronóstico hacía prever el cambio de tiempo que iba a haber en ese soleado día. Una lluvia repentina obligó a cancelar la procesión cuando ya estaban desfilando. Esta vez, el Ayuntamiento sabía desde el pasado miércoles que los pronósticos para el Sábado Santo no eran nada halagüeños. A pesar de ello, decidió mantener el acto del Caballero Cubierto en Santo Domingo y la procesión, que no fue suspendida hasta las 14 horas de ayer, seis horas antes de su inicio.

Recepción

Con un ligero retraso sobre la hora a la que debía comenzar la recepción, la iglesia de Santo Domingo recibió el acto que no perdió un ápice de solemnidad y religiosidad, en un templo que es la joya de Orihuela, el llamado «Escorial de Levante». Miguel Ángel Morcillo recibió uno a uno a sus invitados y fue allí donde firmó en el libro de honores del Ayuntamiento. Al acto acudió el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, representantes de todas las cofradías y hermandades de la Semana Santa oriolana, familiares y amigos de Morcillo y gran parte de la corporación de Orihuela al completo, encabezada por el alcalde, Emilio Bascuñana.

El Caballero Cubierto de 2019, y que lo será de 2020, centró gran parte de su discurso, tras recibir el pendón del Ayuntamiento, en reivindicar una sanidad de calidad, en su condición de jefe de Cirugía del Hospital Vega Baja. « He perdido algunas batallas, lo sé y lo siento, pero también hemos ganado muchas de ellas. Hoy en día se logran curaciones y largas supervivencias en patologías y enfermedades tan temidas y señaladas», señaló. Y no obvió a la lluvia que le impidió procesionar ayer pidiendo a los presentes que lo imaginaran en el desfile. «Imaginemos al Caballero Cubierto, digno, emocionado, abriendo esa procesión del Santo Entierro, recorriendo todas las calles de Orihuela», lo que no pudo hacer porque las precipitaciones, esta vez, restaron protagonismo al Caballero Cubierto.