Homenaje a cuatro décadas enseñando valores en Elche. Las cinco escuelas municipales infantiles de la ciudad apostaron ayer por una feria temática para enseñar juegos tradicionales a los más pequeños a través de los cuentos y la fantasía, con tal de conmemorar el 40 aniversario del inicio de la enseñanza en escuelas municipales con la llegada de los ayuntamientos democráticos. Es así que la plaza del Centro de Congresos se transformó durante toda la mañana en un rincón de fantasía que disfrutaron cientos de niños y niñas de la ciudad donde no faltaron las sorpresas y los personajes más queridos del imaginario colectivo como Peter Pan, Caperucita roja o la madrastra de Cenicienta.
El objetivo con esta actividad al aire libre era por un lado potenciar la igualdad entre niños y niñas para acabar con algunos roles machistas que han imperado en ciertos cuentos donde la mujer era más débil o estaba condicionada por el hombre. Por otra parte este homenaje ha servido para «potenciar la creatividad de los menores, la autonomía y la independencia del niño», según apuntaron Pepi Medina y Maria José Moreno, directoras de las escuelas don Honorio y Els Xiquets, respectivamente. Estas docentes indican que en las edades comprendidas entre uno y cuatro años no se nota demasiado el impacto de las nuevas tecnologías como tablets o móviles para el desarrollo de los pequeños, pero insisten en que se debe tener cuidado sobre el tipo de juegos que utilizan los menores en esas edades, por lo que esta feria pretendía servir de apoyo a las familias para que los progenitores pasaran un momento agradable con sus pequeños y alejados de aparatos electrónicos que en muchas ocasiones sólo entretienen en lugar de fomentar otros hábitos como jugar en la calle para fortalecer, el equilibrio o la puntería, por ejemplo.
Incentivar la creatividad
Lo que más llamó la atención durante la jornada fue el ir y venir de familias al completo, entre ellos antiguos alumnos de estas escuelas que ahora, años después, acudían con sus hijos para estrechar más lazos y recordar algunos juegos de infancia. Entre el decorado y música ancestral se encontraba un barco pirata liderado por el capitán Garfio que trasladó a los más pequeños desde Elche hasta el País de Nunca Jamás en una travesía corta en el tiempo y el espacio pero que caló entre los menores. Acompañando al barco una particular Campanilla con traje azul lanzaba pompas mágicas que encandilaron a los pequeños. Con este carácter lúdico se pretendía incentivar la importancia de que los padres jueguen con sus hijos para que no queden al margen y no deleguen en los aparatos electrónicos a la primera de cambio, y por eso había multitud de juegos sensoriales para trabajar que los pequeños reaccionaban a las distintas bandas musicales que se le presentaban así como pruebas de equilibrio, destreza y puntería. Paralelamente a este encuentro infantil estará hasta el viernes una exposición en la Orden Tercera con la trayectoria de estas escuelas, entre ellas la de Rosa Fernández en el barrio de Los Palmerales; Els Xiquets en el Parque Municipal así como Don Julio, Don Honorio y Don Crispín de Carrús.
