Cuando se trata de una emergencia, los profesionales que trabajan en este sector no entienden ni de términos municipales, ni siquiera de demarcaciones autonómicas. Si no, que se lo digan a Sergio Pérez y Juan Ruiz, que junto a Titán y Lolo, dos de los perros de la Unidad Canina del Consorcio Provincial de Bomberos, y que operan en el parque de Elche, se desplazaron esta semana al derrumbe de una vivienda en la localidad de Albacete. Allí, los bomberos acudieron al aviso del derrumbe de una vivienda. Al llegar, los vecinos les trasladaron que, aunque se trataba de una casa abandonada, era utilizada en muchas ocasiones por personas sintecho, por lo que temían que hubiera alguien bajo los escombros.

Sin embargo, según trasladaron desde el Consorcio, no hay ninguna unidad canina en los bomberos de Castilla-La Mancha, por lo que inicialmente pidieron ayuda a Murcia, que tampoco dispone de este servicio de emergencias. Finalmente contactaron con Sergio, al que conocían por su trayectoria. Finalmente, y tras solicitarlo formalmente a través del 112, dos dotaciones de Elche, pese a que se encontraban fuera de servicio, acudieron a la zona para descartar que entre los escombros hubiese alguien atrapado.

Los dos canes están especializados en encontrar supervivientes, pero según explica Sergio Pérez, uno de los dos bomberos de Elche que participó en el operativo, también son capaces de detectar que hay fallecidos. Por suerte, el perro no captó ninguna señal de que hubiese nadie atrapado. Para confirmar, el otro can de la unidad volvió a inspeccionar la zona, de apenas 50 metros cuadrado, por lo que tanto los vecinos como los efectivos de emergencias pudieron respirar tranquilos.

En la provincia de Alicante la Unidad Canina del Consorcio está formada por seis canes y sus cuidadores, que conviven con ellos. Dos de ellos pertenecen al parque de Elche, otros dos al de Benidorm, otro se encuentra en San Vicente, y el último en la zona operativa del Alto Vinalopó. Unas cifras que contrastan con la escasez de este servicio en otras regiones. «Cuesta mucho que las administraciones apuesten por este tipo de recursos, porque es caro, hay que invertir en el adiestramiento, manutención de los perros», señala. De hecho, «en el Consorcio lo llevábamos reivindicando durante años, y aún no hay un protocolo establecido, aunque estamos funcionando y lo hacemos bien», recalcó.

En cualquier caso, este suceso evidencia la importancia de contar con estas unidades en el rescate de personas en la provincia.