El primer pulso entre PSOE y Compromís para negociar un acuerdo de gobierno para el próximo mandato sirvió ayer para que los de Mireia Mollà fijaran posiciones. Estarán en el gobierno o en la oposición. Es el mensaje que hicieron calar en los socialistas interesados en gobernar con mayor autonomía tras alcanzar doce concejales. Pese a ese ambiente de cordialidad que imperó en el encuentro, Compromís dejó claro que no está dispuesto a aceptar un acuerdo a medias tintas, que permitiría al PSOE gobernar en solitario y beneficiarse de los apoyos puntuales de los que han sido sus principales socios de gobierno en estos cuatro años.
La apuesta por una coalición progresista es lo que Compromís ha venido defendiendo en toda la campaña y nada más conocer los resultados de las municipales que le han dejado con la mitad de concejales (de cuatro a dos). Y ayer, pese a que reinó el buen tono entre las dos formaciones en la sede de General Cosidó, los de Mollà se mantuvieron firmes: solo contemplan la vía de estar en el gobierno.
No lo dijeron expresamente en el encuentro, pero hicieron ver a los socialistas que si se van a la oposición lo harán con todas las consecuencias. Y eso podría traducirse en que esos acuerdos puntuales que darían alas al PSOE para mandar en solitario acaben fracasando. La postura de Compromís tampoco pilló de sorpresa a los socialistas, que insisten en que tendrán plena libertad para decidir cómo gobiernan en Elche, por mucho que los de Mollà hayan metido presión en València para reeditar el pacto en el municipio. De cualquier manera, al término de la reunión finiquitada en menos de una hora y a la que asistieron los representantes de las comisiones negociadoras de los dos partidos y sin los candidatos, ambas fuerzas coincidieron en la buena sintonía y valoraron de manera positiva la relación de lealtad que han mantenido los últimos cuatro años en el gobierno. Aún y así quedaron en concretar una segunda cita para hablar de reparto de concejalías y de acuerdos de programa para analizar, a partir de ahí, si el PSOE está dispuesto a sellar de nuevo la alianza de este mandato.
Estabilidad
La portavoz de la comisión negociadora de Compromís, Esther Díez, quien acudió con el edil en funciones, Felip Sànchez, junto a Pascual Ruiz y Héctor Cámara, apeló, al finalizar el encuentro, a un pacto de gobierno que «dé estabilidad y que permita desarrollar conjuntamente proyectos para los que hemos puesto la semilla en estos cuatro años».
Y también en la estabilidad hizo hincapié su homónimo en el PSOE, Ramón Abad, a preguntas de los periodistas, quien estuvo acompañado de los ediles Patricia Macià y Héctor Díez, así como de Miguel Serna, jefe de gabinete del alcalde. «Nosotros lo que trasladamos en la campaña de que nos gustaría tener más autonomía para gobernar, se va a dar, puesto que la izquierda dispone de una mayoría y no será necesario buscar un pacto externo», apuntó el socialista, quien también resaltó que su formación cree «conveniente conseguir una mayor estabilidad y que haya consenso para sacar adelante los asuntos de ciudad».
Decisión final
Lo de ayer tan solo fue un primer pulso por parte de la comisión negociadora de los socialistas y una vez acaben la ronda de contactos con Compromís y con Ciudadanos la próxima semana, será la ejecutiva, dirigida por Alejandro Soler, la que decida, en coordinación con Carlos González. Una vez haya un preacuerdo, el PSOE quiere hacer la consulta a la militancia con cierto margen de tiempo, antes del 15 de junio, cuando se celebre la toma de posesión.
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