Las fuerzas de seguridad han reforzado la vigilancia en el Camp d'Elx para esclarecer el origen de los cuatro incendios simultáneos que calcinaron más de 8.000 palmeras y que provocaron el pánico en la madrugada del sábado. Desde el siniestro, la Policía ha peinado el perímetro de los huertos que ardieron con la hipótesis de que uno o varios pirómanos pudieran estar detrás del fuego, tal y como señaló ayer el edil de Seguridad, Ramón Abad. El objetivo es no solo investigar las causas del desastre, sino también, evitar que el supuesto autor o autores de los hechos puedan volver a actuar.

Desde el fin de semana, los agentes están realizando batidas por las pedanías donde se desataron las llamas, entre La Hoya, Algorós, Vereda de Sendres, Altzavares y Las Bayas. Unos enclaves en los que abundan los huertos de palmeras, sobre todo washingtonias, con palmas completamente secas por la falta de poda, que se convierten en auténticos «polvorines», según advirtieron desde la Asociación de Palmereros de Elche (Apelx).

Hace un mes se registró un suceso similar en una plantación de la partida de Daimés, que obligó a desalojar también a varias familias, por lo que la Policía Local está buscando la posible conexión entre todos los casos. No obstante, por el momento, desde el Ayuntamiento han declinado ofrecer más datos sobre la investigación y optaron ayer por la cautela, con el objetivo de dar cuanto antes con la pista del supuesto autor de los hechos que, días después de lo ocurrido, mantiene en vilo a los vecinos del campo.

También en febrero, otro incendio calcinó 400 palmeras en una finca de Elche, cerca de la carretera de Dolores, sobre una superficie de unos 1.000 metros cuadrados. Los vecinos del entorno de Daimés señalaron incluso haber visto cinco incendios en apenas cuatro meses en huertos de palmeras, a los que se suman los cuatro del pasado fin de semana. Aseguraron a este diario que temían por su integridad y ante la continuidad de los siniestros urgieron una investigación.

Cientos de miles

La multitud de fincas o viveros de palmeras es una realidad extendida en varias hectáreas del Camp d'Elx en las dos últimas décadas. En el año 2000, con el boom de la construcción, los agricultores se decantaron por producir en masa ejemplares para poder abastecer a urbanizaciones y fincas, tal y como aseguraron desde el colectivo Apelx.

Sin embargo, cuando llegó la burbuja inmobiliaria los productores de palmeras se vieron sin la posibilidad de dar salida a esas plantaciones y ni siquiera han optado por realizar podas en casi todo este tiempo.

«Al final es un peligro la situación en la que se encuentran estos huertos, donde pueden haber cientos de miles de palmeras», lamentó Vicente Campos. Ante este panorama, en la asociación de palmereros hay quienes reclaman incluso que el Ayuntamiento pueda regular las podas en huertos de palmeras privados para evitar desastres como el del sábado.

Otro colectivo local, la plataforma Volem Palmerar, dedicada a la difusión y defensa del Palmeral, también mostró ayer su preocupación por las miles de palmeras calcinadas y destacó la importancia de extremar la vigilancia para evitar que pudiera volver a ocurrir otro siniestro de este tipo en unos huertos que apuntan a que no suelen ser transitados, de ahí la sospecha, al igual que la de la Policía, de que detrás de las llamas esté la mano del hombre.

El suceso

Las alarmas saltaron el sábado a la una de la madrugada con el primer fuego que se declaró en la partida de La Hoya, y siete horas después, a las 7.30 horas, aún quedaban efectivos de extinción trabajando en los rescoldos del último fuego, producido en la cv-851 en la Vereda de Sendres, sobre las 6 de la madrugada. Otros dos incendios se declararon prácticamente en el mismo momento.

El primero de ellos, en la partida de Algorós sobre las 2.25 horas, y el segundo en las inmediaciones de la carretera 856 que une las partidas de Altzavares y Las Bayas, a la altura del kilómetro 2, que se produjo sobre las 2.27 horas, tal y como informaron el sábado fuentes policiales. Las llamas movilizaron a una treintena de bomberos de Elche, Crevillent, Almoradí, San Vicente y a una brigada forestal.