«Todos sabíamos que al final la contrata de la basura acabaría en el juzgado», afirmó ayer en varias ocasiones la exedil socialista de Orihuela Antonia Moreno durante su declaración en el juicio del caso Brugal, que sigue en la Ciudad de la Justicia de Elche. La exconcejal socialista declaró como testigo y respondió a las preguntas del fiscal y de la acusación particular con la intención de dejar claro que ni ella, ni el resto de ediles de la oposición, durante el tiempo que formó parte de la corporación municipal de Orihuela, estaban conformes con «cómo se estaban haciendo las cosas». Además, afirmó que «en Orihuela todos sabían del interés por dejar el contrato desierto, para poder dárselo a Fenoll».

Las frases más duras las pronunció cuando se refirió al pleno en el que se adjudicó el contrato a la UTE de Sufi, Gobancast y Liasur que controlaba el empresario Ángel Fenoll. «Pregunté a la alcaldesa (Mónica Lorente) si no les parecía raro que una empresa con un capital de 3.000 euros optase a gestionar un contrato de más de nueve millones al año», dijo ayer Antonia Moreno, que aseguró que lo preguntó «para que constase en las actas, ya que era muy consciente de que tal día como hoy tendría que estar aquí».

Antes, Antonia Moreno insistió, ante las preguntas que se le iban formulando, que «se habían pedido muchos informes y todos decían que la oferta de Urbaser era la mejor, pero la vez se nos insinuaba que había que dejarlo desierto, lo que no acabábamos de entender».

Estas dudas llevaron a Antonia Moreno, junto a otros ediles de la oposición, según testificó ayer, a pedir una reunión al profesor Lorenzo Abellán, de la Universitat Politècnica de València (UPV), que es el autor de varios informes sobre la contrata, con el fin de que les aclarase las dudas sobre la adjudicación a la empresa que había obtenido una mayor puntuación, y que no era la de Ángel Fenoll. Antonia Moreno dijo que «en Valencia nos habló de desequilibrio económico, pero que eso era algo habitual en todas las ofertas», así como que a «él le hubiese gustado presentar el informe y explicarlo». Además, Antonia Moreno afirmó que «también nos dijo que el informe jurídico para dejar el contrato desierto lo haría rápido y gratis».

La exedil socialista añadió que «llegó un momento en el que teníamos claro que el contrato iba a traer problemas, y propusimos que se adjudicara a la mejor oferta avalada por los informes». Moreno reconoció ayer que «esto fue un movimiento político que hicimos a sabiendas de que no nos iban a hacer ni caso».

Sobre el pleno en el que presentaron esta propuesta, para adjudicar la obra a la mejor oferta, Antonia Moreno dijo que «el PP presentó una enmienda, y en un receso pudimos leer un informe del secretario para dejarlo desierto que se hizo en menos de 24 horas, y del que no tuvimos conocimientos hasta ese momento». Por este motivo, la exedil socialista añadió que «sentimos que nos estaban tomando el pelo y nos fuimos a denunciarlo al juzgado de guardia, porque era un escándalo que iba a tener consecuencias».

Durante su declaración Antonia Moreno también dijo que en las reuniones en las que se abordaba la contrata «sabía que cuando se ponían a hablar de cuestiones técnicas lo que querían era desviar mi atención, esa era su estrategia (en referencia al PP)».

Por otro lado, la exconcejal aseguró varias veces durante la sesión del juicio que «en Orihuela todos sabían de la buena relación entre la familia de Lorente con la de Fenoll», y añadió que «son cosas que todo el mundo sabe, y la relevancia que esto tenga en el caso es algo que deben decidir ustedes (dijo refiriéndose al tribunal)». Finalmente, Antonia Moreno volvió a insistir que «contra todo esto tratamos de hacer política, a sabiendas de que algún día estaríamos todos aquí. Yo siempre lo tuve claro».

Grabaciones consentidas por orden del PP

La reunión que mantuvo la exedil socialista Antonia Moreno, junto a otros ediles de la oposición, en Valencian con el profesor Lorenzo Abellán, autor de varios informes sobre la contrata de a basura de Orihuela, fue grabada. Antonia Moreno aseguró ayer que «cuando llegamos nos pidió permiso para grabar nuestra reunión, y al preguntarle quién lo había pedido, nos dijo que lo había exigido Abadía. Nosotros no pusimos ningún inconveniente».