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Tras 20 años sufriéndolo

Vecinos de la calle Pizarro llevan al alcalde sus quejas por el ruido de las barracas

Aseguran que la Policía Local no acude cuando denuncian su situación en fiestas

Vecinos de la calle Pizarro llevan al alcalde sus quejas por el ruido de las barracas

La barraca de la denominada Zona Indie y la ubicada en el colegio Luis Cernuda, organizada por los Moros y Cristianos, llevan de cabeza a los vecinos de la calle Pizarro de Elche durante las noches de las fiestas patronales desde hace 20 años. «Vibraciones tremendas, tipo terremoto, estás dentro de casa como en una discoteca. No puedes ni hablar. Y eso que nosotros tenemos doble cristal, bajamos la persiana y colocamos hasta aislante de corcho». Pocas palabras, pero una explicación muy gráfica es la que ofrece el ilicitano Ramón Martínez Lozoya, primer firmante de varias decenas de personas, en un escrito que denuncia ante el Ayuntamiento «la insoportable situación que estamos viviendo cada año en fiestas desde hace dos décadas», apunta.

«Si pones un vaso encima de la mesa acaba en el suelo a causa de las vibraciones. Es tremendo. No sabemos cuántos decibelios soportaremos, más de 80 seguro al producirse vibraciones, pero no lo sabemos porque la Policía Local no acude cuando denunciamos nuestras molestias. Nos dicen que estamos en fiestas y que tienen permiso», señala Martínez.

La ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica por ruidos y vibraciones en Elche, aprobada en pleno en febrero del año pasado, excluye de sus restricciones «las actividades organizadas que se desarrollan con ocasión de las fiestas populares y tradicionales de la ciudad, que se regirán por normas específicas». «Estamos desamparados por la propia normativa», expone el denunciante, que se dirige directamente al alcalde en el escrito y le pide una solución ya. «Llevamos 20 años, desde antes del año 2000, sufriendo durante seis, siete u ocho noches, ruidos insoportables. No podemos dormir ni vivir, los vecinos que trabajan o que están enfermos pasan unos días en los que parece que la bomba atómica esté explotando constantemente».

Horarios

Según asegura este vecino, «el año pasado el horario de cierre fueron las 5.30 de la mañana y las 6 durante los días de fin de semana». La barraca de los Moros y Cristianos «es la que menos molesta. Hace unos años, el Ayuntamiento nos reunió con las comparsas para que les expusiéramos nuestra situación y nos entendieron. Desde entonces suelen terminar antes de hora, tienen la música más baja, cuando no hay nadie la apagan... Pero con la otra barraca -Zona Indie- es como tener la discoteca en casa continuamente y hasta la hora de cierre. De verdad, no es una molestia normal, es tipo terremoto», explica Martínez.

En su queja, los vecinos concluyen que «si los concejales han jurado que fomentarán los valores cívicos, deberían cumplir su juramento».

La edil de Fiestas dice que hablará con los recintos festeros

La concejala de Fiestas, Mariola Galiana, aseguró ayer que es conocedora de las quejas por ruido de la calle Pizarro «desde hace unos días», cuando la denuncia de los vecinos entró en el Registro municipal. Además, apuntó que alertará a las barracas que causan las molestias para «que tengan cuidado de no elevar la música». La edil aseguró que desde el Ayuntamiento «se va a contactar con los vecinos» para conocer su situación. «Entendemos su malestar pero no es fácil lidiar entre el disfrute de los que participan en las fiestas y los que no pueden disfrutar», señaló Galiana durante la rueda de Prensa celebrada ayer por la mañana.

«No se entiende cómo se puede agredir acústicamente en fechas concretas»

Los afectados piden una norma exclusiva para festejos y el director de Abogado del Ruido afirma que debe haber un estudio previo

«Nosotros hacemos siempre una comparación con el código de circulación», expresan los vecinos afectados por el ruido de las dos barracas en el escrito que envían al alcalde: «Durante el año el tope de velocidad en ciudad es de 50 km/h. Pues al ser fiestas se toleraría ir a 60 km/h, pero en nuestro caso no habría ningún tope o sea que se podría circular a 200 o más».

La ordenanza de protección contra la contaminación acústica de Elche, «como la ley de ruido a nivel nacional, permite sobrepasar los límites establecidos durante las fiestas, pero no exime al Ayuntamiento de realizar un estudio previo para otorgar autorización y siempre buscar la mejor solución posible», expone el director de Abogado del Ruido, Antonio García. Los vecinos solicitan que el Ayuntamiento establezca una norma exclusiva para estas fechas de festejos y aseguran que en 20 años nunca se ha llevado a cabo tal estudio.

Este abogado, experto en contaminación acústica, afirma que «no se entiende cómo se puede permitir que se agreda acústicamente en unas fechas concretas». Existen medidas. «Desde límites horarios, limitaciones en los niveles del ruido, incluso la búsqueda de ubicaciones alternativas. Es normal que los afectados se sientan agredidos. La Administración tienen que velar para que esto no ocurra, tiene que haber una regulación donde se establezcan las citadas medidas», afirma García.

Observatorio del Ruido

Este abogado ilicitano lamenta que «pese a que la ordenanza contempla la creación del Observatorio del Ruido de Elche, éste nunca se ha convocado. Esta figura ya estaba en la anterior ordenanza, pero nunca se han reunido. ¿Esa es la importancia que le damos al ruido en nuestra ciudad?».

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