El tradicional Alardo se ha desarrollado sin que haya trascendido ninguna incidencia. La asociación festera ha informado que todo ha transcurrido respetando la normativa de seguridad y con control.

El acto de arcabucería ha contado con casi un 50% de presencia femenina. Tras años de subida de la pólvora el Alardo de este año ha sufrido un retroceso.

Los problemas económicos no han sido la causa de que en la mañana de hoy se disparen 45 kilos de material explosivo menos que en 2018, pasando de 130 a 85 kilos, ni tampoco se ha retrocedido hasta los años en los que más apretaba la crisis económica.

La causa de esta mengua se debe a los problemas que se están viviendo este año con la pólvora y que se están notando en distintos enclaves de la provincia, desde el alicantino barrio de San Blas hasta Aspe, pasando por Novelda o Cocentaina.

La falta de suministro de material explosivo unida a una subida de los precios son las principales causas de que el Alardo cambie este año su tendencia al alza, después de que en los tres últimos años se hayan disparado 80, 100 y 130 kilos respectivamente.

Ahora se regresa a la cifra de 2016 porque a los problemas con la pólvora hay que sumarle una nueva normativa más estricta con los cursos de formación que tienen que hacer los festeros, y que ha echado a muchos para atrás, según explican desde la Asociación de Moros y Cristianos.

«El kilo ha pasado de 32 a 45 euros y, si no se tiene el arcabuz ni la cantimplora, disparar durante una hora puede costar 90 euros», explica el presidente de la asociación, un Julián Fernández que aseguraba ayer que la menor cantidad de pólvora no iba a reducir un ápice de la emoción y el espectáculo en el Alardo que dio comienzo hoy a las de 9 horas.

Los problemas que han surgido durante los últimos meses han dejado a poblaciones y barrios sin carga para sus actos festivos, algo que no ocurrió esta mañana en Elche pese a la incertidumbre que se generó en un primer momento. La Unión de Entidades Festeras de Moros y Cristianos ha garantizado que habrá pólvora hasta las fiestas del próximo año pero, eso sí, con una considerable subida de precio. «Confiamos en que se trate de una situación temporal y en 2020 volvamos a la normalidad», añade Fernández.

Una de las grandes novedades que ha ofrecido el Alardo de hoy, que arrancó en la avenida Juan Carlos I y finalizó junto al Palacio de Altamira, tras pasar por buena parte de las principales calles y plazas del centro de Elche, ha sido la gran presencia femenina, que desde la asociación ilicitana aseguraban que rozaría el 50%. «En nuestras fiestas las mujeres tienen una participación muy alta en todos los actos que organizamos y cada año van a más», cuenta el presidente.

Entrega de pólvora

Aunque el año pasado se anunció que la entrega de la pólvora para el Alardo de hoy se realizaría en el merendero del Pantano por la nueva normativa de seguridad, finalmente esta entrega se realizó en el Camino de Castilla. Este acto se hizo efectivo el pasado miércoles entre las 10 y las 11.30 horas sin que se produjera ningún tipo de incidencia. La normativa obliga a entregar la pólvora a los festeros bajo estrictas medidas de seguridad y en espacios que estén situados al aire libre, alejados de las viviendas y de la circulación del tráfico.

El Alardo vuelve a brillar con luz propia, una vez que se han quedado atrás los años más duros de la crisis económica y del accidente tras la explosión de un arcabuz en 2008 que se saldó con tres personas heridas. Aquel siniestro hizo que la asociación sufriera el embargo de su sede a finales del pasado 2016, al tener que asumir el pago de la indemnización a los heridos. Otra de las novedades de los últimos años es el cambio de horario, ya que el Alardo ha pasado de la tarde a la mañana, algo que se valora muy positivamente desde la entidad que preside Fernández.