Las lluvias de esta semana han vuelto a preocupar a vecinos de Alzabares, el entorno del barranco de San Antón y de la carretera CV-865 que une Elche y Santa Pola. La tormenta del martes dejó de nuevo incomunicados a residentes de esta zona y la calzada comarcal se convirtió en un peligroso río de agua que se adentró en viviendas.

Esta odisea es una constante cada vez que llueve con intensidad en Elche y desde la plataforma de Afectados del Barranco de San Antón aseguraron que los encharcamientos se han agravado todavía más por la reciente construcción de una mediana en la carretera. La infraestructura para evitar los adelantamientos y mejorar la seguridad vial ha acabado convirtiéndose en un obstáculo para que corra el agua, tal y como criticaron ayer vecinos.

El pasado martes hubo residentes que aseguran haberse quedado incomunicados durante quince minutos, ya que no podían entrar ni salir con sus vehículos ante la fuerza del agua. Fue poco tiempo, pero temen que la situación pueda agravarse este otoño, ante una posible gota fría. El restaurante de la Cv 865 fue, de nuevo, uno de los más perjudicados.

El Ministerio de Fomento ha autorizado este verano la conexión de la red de aguas pluviales del barrio de Los Palmerales y de Ciudad Jardín con el colector de la Ronda Sur y las obras se esperan para finales de año.