Toque de trompeta, tambor y aroma a incienso sólo unos días después de acabar el verano. Ayer Elche volvió unos meses atrás en el tiempo y revivió de manera escueta la tradición ilicitana de la Semana Santa. Enmarcado en el Encuentro Nacional de Cofradías y Hermandades que estos días ha estado acogiendo la ciudad hasta hoy, las calles del centro se llenaron anoche de devotos de 26 provincias del país para contemplar una procesión extraordinaria en la que salieron a las calles once pasos que reflejaron el sentimiento cofrade que tienen los ilicitanos. Era la primera vez que tantos tronos salían a la calle fuera del ciclo de la Semana Santa, y lo hicieron con el objetivo de visibilizar el arraigo religioso y cultural de los ilicitanos ante cientos de hermanos y cofrades de otros puntos del país que hasta ahora no habían podido conocer el modo de procesionar en la ciudad.

A última hora de la tarde la mayoría de pasos salieron de la Parroquia de San Juan excepto el Cristo de la Columna, Nuestra Señora de la Esperanza y el Cristo de la Reconciliación, que partieron desde el templo de El Salvador. Hubieron, por tanto, dos itinerarios paralelos hasta que toda la comitiva confluyó en el puente de la Virgen. Desde este punto continuaron el recorrido pasando por la Plaça de Baix hasta la basílica de Santa María, y después varias hermandades regresaron de nuevo en procesión hasta sus parroquias.

Algunas cofradías y hermandades tuvieron que acortar el cortejo para no alargar la procesión acompañando al paso y a los costaleros, donde una docena de bandas de música de la provincia que ambientaron las calles siguiendo la peculiaridad de cada cofradía o hermandad. Aunque todas las entidades estaban representadas con sus estandartes, sólo fueron 11 los tronos que procesionaron por elección de las entidades y también por la Junta Mayor, ya que los requisitos eran que se contemplasen diferentes estilos durante el recorrido. Así las cosas, por primera vez se representó por la noche y a pequeña escala la procesión de las palmas del Domingo de Ramos con Jesús Triunfante, que estuvo acompañado por más de cien voluntarios que portaron palmas que ofreció la Junta Mayor.

Este paso, junto a Jesus Nazareno y el Cristo de la Reconciliación eran ejemplo de un estilo típico levantino a la hora de procesionar, mientras que La Samaritana llevada por mujeres y la Virgen de la Salud con paso de palio iluminaron a los más devotos con el estilo malagueño que derrochan estos pasos. A costal fueron el Cristo de la Columna, la Virgen de la Esperanza, Virgen de la Caridad así como la Pasión y la Merced, que ayer vio completado su grupo escultórico con el encuentro de San Juan,el romano y Maria Magdalena gracias a la cesión para la cita de ayer de varias cofradías de la provincia. Las palmeras tampoco faltaron con la Oración en el Huerto y cerraba San Juan y la Virgen, un paso inspirado en el estilo granadino.

Futuro

Este domingo se pondrá el broche de oro al Encuentro Nacional de Cofradías y Hermandades con una valoración de estos días en los que Elche ha hecho de anfitriona, mientras que se designará a la ciudad que acogerá este encuentro el próximo año. Durante la jornada de ayer, y antes de la procesión, se realizaron varias visitas guiadas por la ciudad y una comida de hermandad, mientras que por la mañana se sucedieron ponencias para abordar el patrimonio religioso así como para explicar la importancia de la juventud dentro de estas entidades religiosas y sobre todo su participación dentro de las juntas de gobierno, que cada año es superior pero sigue costando.

Según Manuel Orellana Delgado, Coordinador Inspectorial de Hermandades y Cofradías Salesianas, todavía existen hermandades que «por desgracia ven a los jóvenes como mano de obra barata cuando en realidad las ideas primordiales las tienen jóvenes», apuntó. Se expusieron casos de cómo las celebraciones religiosas se han adaptado a los nuevos tiempos en municipios como Lorca acercando la tradición a los niños.