P Su visita a Elche del viernes estará protagonizada por su último libro, Algún día, hoy

R Es una novela de largo aliento y corte épico. La historia me llegó a las dos de la madrugada. No podía dormir y vino a mí el relato de su protagonista, una niña de 23 años que fue de las primeras en liderar en América Latina y el mundo una huelga feminista. Ella me dio el tono del canto de la liberación de las mujeres. La propia Betsabé Espinal me pidió que ampliara su historia. Por eso aparece su amiga Capitolina Mejía, que está en las antípodas, procede de una familia adinerada. Lo que las hermana es que ambas son rechazadas por su condición de mujeres.

P Ha pasado casi un siglo desde la huelga de trabajadoras de Betsabé Espinal, ¿cómo considera que se encuentra el movimiento feminista ahora?

R El nuevo feminismo es más acorde con la realidad de la mujer. El antiguo tenía un fallo muy grande, porque la mujer buscaba el respeto adoptando el compartimiento masculino, compitiendo con el hombre, considerándolo su enemigo. Ahora se respeta la feminidad de la mujer y se enaltecen sus sentidos. Pero no podemos cargarnos al 50% de los cerebros que tiene el planeta, los hombres también aportan al feminismo porque se han liberado de su estigma. Ya no tienen que ser siempre los fuertes que contienen sus emociones.

P En este sentido, ¿la situación en Europa es igual que la que se vive en América Latina?

R En mi tierra estamos a la par que en Europa. El movimiento ha llegado gracias a la tecnología, que ha creado un altavoz fuerte que ha impregnado toda Latinoamérica. En Colombia, por ejemplo, las principales dirigentes de la banca son mujeres. En las zonas rurales, en los lugares que están más apartados, sí que es cierto que todavía falta mucho por hacer. Hay que romper con la mala educación que viene muchas veces desde las casas, creada por las propias madres. La consonancia entre las escuelas y las universidades debe ser total para lograr un cambio completo.

P Durante su trayectoria como escritora ha ganado premios como el Azorín o el reciente Fernando Lara por Algún día, hoy

R Los premios son un reconocimiento al trabajo. A mi última novela le dediqué seis años. Creo que merecía el premio, no solo por el trabajo que hay detrás de la novela, también por su protagonista. Lo veo como un premio a todas aquellas que continúan una lucha invisible y que han hecho mucho a favor de la mujer. Esto hará que surjan más mujeres así. Ya se acabaron los tiempos en los que las pintoras firmaban con el apellido de su marido y las escritoras con seudónimo.

P El viernes tendrá la oportunidad en Elche de compartir mesa con sus lectores...

R Para mí es un gran regalo. Cuando escribes lo haces en una soledad fuerte, solo te acompañan tus personajes. Al acabar la novela no sabes qué va a pasar, es un pájaro que vuela y se posa en diversos sitios. Ver tanta gente que se identifica contigo, te muestra su cariño, te cuenta que tus párrafos les han supuesto un cambio en su percepción de la vida? Eso es muy valioso. Me parece precioso cuando los lectores me muestran los libros subrayados, gastados y vividos.

P ¿Las redes sociales influyen en su actividad como escritora?

R Soy bastante desastre en ese sentido, no sé manejarme prácticamente. Estoy en contra del exceso de inmediatez que traen las redes sociales, ya no hay capacidad de asombro por la necesidad de buscar una respuesta inmediata. La espera, el tempo, el poder darle su tiempo a las palabras para que tengan efecto... Todo eso se pierde con el WhatsApp. Ya no disfrutamos de una puesta de sol si no hacemos una foto. Entiendo la tecnología para ayudar a difundir mensajes pero no se puede convertir en un dios.

P ¿Cuáles son los próximos proyectos que tiene en mente?

R Acabo de terminar un libro y estoy en cuarentena, criando este niño. Cuando termino de escribir una novela me siento muy vacía de palabras. Tengo que esperar a que se llene ese espacio y disfruto dando a conocer el libro. No me preocupa lo que va a pasar mañana porque estoy convencida de que otra historia llamará a mi puerta y, si nos podemos de acuerdo, saldrá otra novela. Es maravilloso que sean las historias las que me buscan a mí.