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Susi Díaz: «Me levanto y me acuesto todos los días pensando en la cocina»

Avalada por los 35 años que lleva al frente de los fogones de La Finca, Susi Díaz (Elche, 1956) ha recibido esta semana el premio nacional de la gran patronal de la hostelería a su labor como empresaria

La chef ilicitana Susi Díaz, que esta semana ha ganado un premio nacional de gastronomía, en la cocina de su restaurante, La Finca. MATÍAS SEGARRA

¿Cómo ha recibido el premio nacional de gastronomía que ha ganado esta semana?

Con gran sorpresa, ni siquiera sabía que estaba propuesta para ganar el premio. Supone emoción y responsabilidad. Nos ha sorprendido a todo el equipo, no nos lo creemos. Es un galardón nacional, algo importantísimo. Viene de la mano de compañeros de la hostelería y eso es lo que más valoro. Que sean los propios compañeros los que reconozcan el esfuerzo que hacemos día a día es algo único para nosotros.

Este galardón valora su faceta como empresaria, ¿las mujeres también se abren paso en ese terreno de la hostelería?

Creo que la mujer se está abriendo paso en todos los ámbitos. Hay muchas mujeres valientes que defienden sus negocios. Siempre las ha habido pero no existía tanta visibilidad. Estoy orgullosa porque, hace unos años, parecía que la cocina era patrimonio del hombre. Es una profesión dura por los horarios y el esfuerzo que requiere. No hay un solo día de mi vida en que no me levante y me acueste pensando en la cocina. Tengo la suerte de tener a mi marido a mi lado, que es el responsable de que esté en los fogones, el que descubrió mi pasión. Y ahora mis hijos también se han acercado a nosotros y son el futuro de la empresa.

¿Cuál es el momento actual de su carrera profesional?

Es un momento perfecto. Llevo 35 años al frente del negocio y más de 25 dirigiendo la cocina. Mis hijos me ayudan, me empujan y me animan a seguir cada día. Somos un trío que intenta evolucionar e investigar. Mi experiencia se suma a la fuerza que ellos tienen. Y La Finca también vive un momento fantástico. Cuando ellos estaban fuera, era un proyecto más individualista. Yo me lo guisaba y me lo comía. Ahora es más llevadero y tengo muchas ideas para la cocina.

¿Ha pensando en dar una vuelta al modelo de La Finca?

La Finca va a seguir su curso como hasta ahora. Somos conscientes de que nuestros pasos son pequeños pero firmes y seguros. No nos gusta correr ni dar zancadas, tenemos las ideas claras. El futuro de La Finca pasa por la cocina de producto, por las raíces, la puesta al día, el kilómetro 0 y los productores de nuestro entorno. Ponemos en valor la agricultura sostenible que tenemos a nuestro alrededor. Así que vamos a seguir yendo despacio, con firmeza y haciéndolo bien.

También se le ve implicada en proyectos en hospitales o de educación en colegios...

La cocina no es exclusiva de las cuatro paredes del restaurante. Hay que salir y proyectarse. Ir a los hospitales, llevar algo que tú has hecho y sacar una sonrisa a alguien que pasa un momento complicado es maravilloso. O lo que haremos el próximo día 7, con 500 niños haciendo una degustación de comida saludable. O el concurso de croquetas en el que participamos para incentivar la hostelería local. Cada vez tenemos más oportunidades para exportar nuestra cocina.

Conseguir una segunda estrella Michelin, ¿le obsesiona?

Hace 13 años que conseguimos la primera estrella Michelin y estamos orgullosos y felices. Intentamos mejorar cada día y no está en nuestra cabeza el afán de recibir la segunda. Si llega, perfecto. Lo importante es que estemos contentos con lo que hacemos y que los clientes salgan satisfechos. Nos importa más el trabajo diario que la carrera por llegar a la segunda estrella. Si lo hacemos bien, los reconocimientos llegarán, como ha pasado con el premio de gastronomía.

¿Qué le aporta la televisión?

Cuando estás en la pequeña pantalla llegas a casa de muchas personas, parece que formas parte de su vida. Mi paso por Top Chef nos ha beneficiado. Gente que está de paso, que va de viaje a Murcia o Andalucía, para a comer en La Finca. Quieren conocer nuestra cocina, vernos y hacerse una foto. Eso lo da la televisión. Me ha permitido conocer a muchos concursantes, a Chicote, que es un gran amigo, y a Paco Roncero. Ha sido una experiencia personal y gastronómica.

¿Se interesó por el restaurante del Parque Municipal?

Como ilicitana pienso que es una pena que en un lugar así no te puedas tomar una tapa o una copa. Y, como empresaria, visité el restaurante por cortesía. Son muchos los negocios que nos ofrecen a diario para abrir en Madrid, València o Alicante. Hay gente que quiere invertir en la profesión y busca cocineros asentados para dar imagen. A veces hemos dudado. Pero al clan familiar nos encanta lo que hacemos y, si abriéramos más establecimientos, sería complicado. Preferimos concentrar la fuerza y todo nuestro saber en La Finca.

¿Abren demasiados negocios hosteleros actualmente?

Vivimos un momento bueno de la cocina, de prestigio para los cocineros, que invita a abrir establecimientos. El problema es que muchos piensan que eso es todo, que levantas la persiana y ya funciona solo. Hace falta prepararse, tener un bagaje. Creo que se montan demasiados negocios a la ligera por la moda, porque nos gusta salir, comer y sentir placer. Al final, los buenos se mantienen y los otros cierran.

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