Cuatro años después de que arrancaran las obras para devolver a la vida el hotel de Arenales, el Tribunal Supremo ha dado carpetazo a una reconstrucción que nunca fue autorizada, ya que la empresa obtuvo licencia para la rehabilitación de las ruinas del viejo edificio, pero no para hacer derribos ni obra nueva.

El Alto Tribunal ha acabado avalando la suspensión de los trabajos decretada por Costas al desestimar el recurso de casación presentado por los propietarios Princesol S.A. y Regalado Arquitectos S.LP. contra la sentencia de la Audiencia Nacional dictada en mayo de este año. Un fallo que ya evidenció que la empresa trató de construir otro inmueble tras derribar más de la mitad del antiguo edificio.

Con fecha 5 de diciembre, la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo dictó una providencia, contra la que no cabe recurso, tumbando así la última posibilidad que le quedaba a los propietarios para defender la actuación que realizaron cuando trataron de recuperar el hotel cerrado ya 40 años. Los magistrados apuntan a la «falta de fundamentación suficiente» del recurso de casación interpuesto por los dueños a los que condenan, además al pago de costas (2.000 más IVA en favor de la Administración General del Estado y del Ayuntamiento de Elche).

Ante la resolución judicial, el alcalde, Carlos González, se pronunció ayer al ver la luz al final del túnel y de un problema que se le ha acabado reprochando a los responsables municipales año tras año por la mala imagen que genera el esqueleto de primera línea para el turismo. «Este es un paso firme para que más pronto que tarde se pueda proceder al derribo de esa estructura infame que no solo afea nuestro litoral sino que, a mi juicio, cada día entraña más peligro para bañistas y para viandantes y que genera un perjuicio grave para Arenales del Sol y para Elche», destacó.

El regidor socialista defendió, además, la actuación de Costas en el momento en el que paralizó las obras tras las denuncias de una asociación de consumidores y de un particular.

«Queda meridianamente claro que la decisión de Costas fue conforme a derecho, y que la empresa incumplió flagrantemente la autorización que le facultaba para rehabilitar el antiguo hotel», explicó el primer edil. Con esta decisión del Tribunal Supremo, González indicó que también «se allana el camino para que Costas prosiga con la tramitación del expediente de caducidad de la concesión».

Los dueños del edificio, con los que ayer trató de contactar este diario sin éxito, aseguraron hace unas semanas que se planteaban pedir a Costas el rescate de la concesión si el Supremo no les daba la razón. Asimismo, cifraron en un millón y medio de euros el desembolso realizado en las obras ahora paralizadas y reconocieron estar negociando con una multinacional del mármol la venta del complejo hotelero.

El conflicto

La Audiencia Nacional dio la razón a Costas apuntando a que el proyecto que había recibido licencia proponía el mantenimiento de la estructura original del edificio, mientras que se emprendieron, por parte de la empresa, demoliciones de plantas o secciones completas del inmueble (desde la cubierta hasta los cimientos), constatadas en inspecciones realizadas en 2016.

Aquella actuación realizada en seis meses chocó de lleno con la normativa de Costas, que tal y como recoge el fallo judicial, excluye la posibilidad de que se realicen obras de reconstrucción integral de un edificio declarado en estado de ruinas.

Asimismo, el Ayuntamiento de Elche, tal y como recogió el fallo judicial, advirtió que las obras realizadas en 2015 tampoco se ajustaron a las licencias municipales concedidas.

Ahora, el ejecutivo local está gestionando la orden para cambiar el vallado del hotel, que tras los últimos temporales se ha venido abajo evidenciando el gran deterioro del edificio.