Un respiro de un mes y medio que, sin embargo, «no es una solución» para Juan Pedro, un hombre de 55 años que el 18 de marzo será desalojado de su casa, donde reside desde hace más de 20 años, en Carrús. El de ayer fue el tercer intento de desalojo por parte del Juzgado de Primera Instancia Número 4 de Elche. La presión popular, las gestiones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la batalla judicial que lleva librando Juan Pedro y su familia desde finales de 2017 le dieron una pequeña tregua con la condición de que, ese día, haya vacado por completo la casa y entregue las llaves al «fondo buitre» que se ha quedado con su vivienda. «No tenía alternativa, sino aceptaba esto, el desahucio se producía hoy mismo», explicaba ayer el afectado, a las puertas de su casa, conteniendo al máximo la emoción, y arropado por una de sus hermanas.Dejó de pagar en 2015 después de quedarse sin su trabajo de cocinero en un restaurante en el Parque Empresarial de Torrellano y caer en una depresión.

Tanto él, su familia y la PAH piden ahora al Ayuntamiento de Elche, a través de Bienestar Social, y a la Conselleria, que trabajen para encontrar un alquiler social para Juan Pedro, que pueda pagar en proporción ayuda de 450 euros que cobra como subsidio por ser mayor de 55 años. De hecho, la presencia ayer de una técnico de Bienestar Social fue determinante para lograr aplazar el desalojo durante 45 días, pues la mediación municipal para lograr una alternativa habitacional hizo que los demandantes accedieran a retrasar el desalojo, después de que la jueza desestimara todos los recursos. Es la única forma que tienen de encontrar una alternativa habitacional, ya que el mercado del alquiler tiene unos precios medios que igualan la paga que recibe. El BBVA, según han trasladado desde el banco a este diario, le ofreció una vivienda de alquiler social en Alicante, pero la rechazó al estar lejos de su familia y obligarle a trasladarse hasta allí.

Tras la paralización de ayer, la plataforma acudirá a una reunión con los técnicos municipales a lo largo de esta semana para encontrar una solución que permita que el afectado tenga un techo en el que dormir cuando abandone definitivamente su vivienda dentro de un mes y medio. El mayor problema es que el Ayuntamiento carece de fondo de viviendas suficientes para todos los casos, por lo que la mayoría de veces hay que recurrir a tramitar ayudas que sirvan para pagar un alquiler a precio de mercado.

Concentración

Medio centenar de simpatizantes de la PAH, no solo de la agrupación de Elche-Crevillent sino de Orihuela, Elda y otras localidades de la provincia se concentraron desde primera hora de la mañana a las puertas del domicilio de Juan Pedro, en el número 30 de la calle Manuel Ruiz Magro, en el barrio de Carrús. La protesta sirvió para pedir soluciones no solo para el caso de Juan Pedro, sino también para exigir a las administraciones una regulación que proteja «a los usuarios y no a la banca», señalaron desde la plataforma. «Todos los bancos se han llevado el dinero de pensionistas, del rescate que hemos pagado con nuestros impuestos y siguen echando a gente, no hay derecho, el Estado debe intervenir», dijo un manifestante.