Las reivindicadas obras en colegios e institutos han arrancado este otoño a ritmos muy diferentes después de un mandato sin un euro para nuevas infraestructuras educativas. El Ayuntamiento tiene una docena de proyectos comprometidos que ejecutará con el Plan Edificant. Algunos empiezan a ver la luz, pero otros ni siquiera tienen redactado el proyecto o no han sido aprobados ni por el Consell, lo que desespera a padres y profesores.

La lentitud con la que se está desarrollando la inversión es una de las principales críticas del PP, que tilda el programa autonómico de «estafa».

La ampliación de La Baia, la construcción del gimnasio López Orozco, el nuevo instituto Vicente Verdú (número 37) y el Virgen de la Luz o las seis aulas de Infantil y un gimnasio para el Rodolfo Tomás y Samper son los que se han quedado a la cola. Solo en el primero de los casos el equipo de gobierno ha conseguido sacar a licitación la redacción del proyecto.

A partir de este trámite, los padres de las Bayas, que siguen manifestándose cada mañana para reivindicar la retirada de los barracones y unas instalaciones dignas, tendrán que esperar cinco meses para que la adjudicataria entregue el proyecto definitivo de construcción. A partir de ahí se podrá licitar las obras, por lo que con suerte los trabajos podrían empezar a finales de año, tal y como se comprometió el ejecutivo local. Para los otros cuatro centros se desconocen los plazos y se prevé que tengan que esperar a 2021 para ver algo tangible.

Ante el estado al que avanzan los proyectos del Edificant, el portavoz del PP, Pablo Ruz, criticó que después de medio año de mandato, la situación en estos colegios sea la misma. Se muestra «muy pesimista» ante el mensaje del equipo de gobierno de que el Plan Edificant «es una realidad». Ruz critica que el ejecutivo local venda como un logro hacer un comedor o un aula «hacen de lo ordinario algo extraordinario». Mientras la edil de Educación, María José Sánchez, defiende en sus intervenciones públicas el «importante esfuerzo» que están realizando para sacar adelante estos proyectos, junto al resto de inversiones del Ayuntamiento.

Más retrasos todavía

Además de estos cinco centros que se han quedado a la cola del programa autonómico hay otros dos proyectos que tendrán que esperar aún al visto bueno definitivo de la Generalitat como son la construcción del gimnasio en el colegio Vicente Blasco Ibáñez, cuya memoria de actuación ya ha sido enviada por el Ayuntamiento ilicitano.

Casi en la misma situación está la ampliación del instituto Sixto Marco para albergar el Centro Nacional del Calzado. En este caso, el equipo de gobierno tiene un anteproyecto redactado para consensuar con la Conselleria de Educación el programa de necesidades.

Los más avanzados

Los centros que corren mejor suerte son Els Garrofers, de Matola, y el Jaime Balmes, los primeros en arrancar las obras. Le siguen el colegio La Galia, donde el equipo de gobierno adjudicó hace unos días los trabajos para crear tres aulas de Infantil. Para la Vallverda el Ayuntamiento tiene previsto adjudicar también la construcción de tres aulas de Infantil en las próximas semanas, al igual que para la creación de dos aulas en el instituto Montserrat Roig.

En el caso de la reparación de la cubierta del gimnasio y el comedor del colegio El Palmeral, el Consistorio tiene todavía que recibir el proyecto encargado por la Conselleria de Educación para proceder a su licitación.

El presupuesto municipal de 2020 contempla 5,7 millones de euros para ejecutar el Plan Edificant, una inversión clave que ha generado muchas esperanzas para los centros educativos, pero también muchas desilusiones por la tardanza en ver realidades.