Nuevo ultimátum. El Instituto Tecnológico de la Palmera tiene diez días para rendir cuentas al Ayuntamiento de Elche sobre el incumplimiento del contrato. A partir de ahí, el equipo de gobierno estudiará los argumentos de la mercantil y se planteará (o no) rescindir la concesión pública. El objetivo municipal: tomar una decisión cuanto antes, a ser posible en marzo, después de tres años con un proyecto a priori fallido.

La nueva comisión de seguimiento del centro científico ha remitido esta semana un informe a la concesionaria para pedirle explicaciones por la falta de actividad en el edificio y conocer si han dado respuesta a todas las obligaciones que adquirieron con el Ayuntamiento en el pasado mandato.

Entre otras cosas la empresa tiene que aclarar cuánto han abonado y cuánto deben a las arcas municipales tras haber acordado un canon de alquiler por doce años (alrededor de 56.638 euros anuales con rebajas de hasta el 80% en los cuatro primeros años).

En el requerimiento que acaban de enviar al complejo, según el concejal de Palmeral, Héctor Díez, se les exige también conocer cuántas palmeras in vitro han ofertado a los cultivadores que tengan explotaciones en Elche, pues el complejo de investigación tenía que identificar y estudiar las variedades de palmeras de interés agronómico y producir variedades locales, además de entregar 2.000 ejemplares al Ayuntamiento listos para su cultivo. Todo eso también tendrán que justificarlo.

Asimismo, el equipo de gobierno ha pedido por escrito a la empresa que cuantifique las visitas guiadas gratuitas que debía ofrecer a las instalaciones. El contrato marcaba 12 al año. Otra de las cuestiones que deberá explicar es si ha realizado cursos de formación sobre el cultivo de palmeras y cosechas. En total, debía de haber organizado 30 horas.

Otra de las peticiones que le ha realizado la comisión de seguimiento es que dé cuenta sobre el asesoramiento gratis a agricultores con explotaciones en Elche, tal y como venía pactado en el pliego de condiciones. A esto se suma la obligación de presentar una memoria con los servicios adicionales que también recogió el proyecto de licitación.

Dos salidas

Con toda esta información que recabará el departamento dirigido ahora por Héctor Díez (PSOE), el ejecutivo local valorará qué hacer con el proyecto gestionado en el anterior mandato por Compromís.

Por ahora, hay dos escenarios encima de la mesa. Uno, que la empresa pueda subsanar la falta de actividad llegando a un acuerdo con el Ayuntamiento o, dos, que el ejecutivo local acabe rompiendo el contrato y sacando de nuevo a licitación la concesión pública que ya ha suscitado, según el equipo de gobierno, interés por parte de empresas de Marruecos. La previsión municipal es que la comisión de seguimiento pueda reunirse de nuevo el próximo mes para estudiar los argumentos de la mercantil y empezar a tomar medidas, según señaló el concejal.

Cúmulo de retrasos

Lo cierto es que desde que en 2017 la empresa firmó el contrato con el Ayuntamiento por doce años, han sido varias las oportunidades que el equipo de gobierno lleva dándole para poder sacar adelante la iniciativa tras cerrar la antigua estación Phoenix, dedicada a los mismos fines. En verano del pasado año, la concesionaria empezó a montar el laboratorio y aseguró haber comenzado con las pruebas en la sala de cultivo para la producción de las palmeras que, entre otras cosas, se iba a exportar a países como Marruecos, Irán o Irak.

Asimismo, desde la empresa aseguraron entonces a este diario haber invertido más de 400.000 euros en la maquinaria y en poner a punto un inmueble que se encontraron vacío en la urbanización de La Portalada. También alegaron haber tenido dificultades para encontrar inversores que confíen en un proyecto tan concreto como este.