La Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública acuerda medidas especiales de carácter preventivo en velatorios para limitar la propagación y el contagio por el Covid-19 en la Comunidad Valenciana.

Ante las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Sanidad debido al alto riesgo de contagio del Covid-19, se amplía la prohibición en velatorios. Tras el Decreto Real del Estado de Alarma quedan suspendidos todos los velatorios.

Los tanatorios presentan una alta asistencia de familiares y allegados que podrían difundir y propagar el virus. Con esta medida se pretende evitar un mayor número de contagio entre familiares y profesionales que participan en el servicio.

La Generalitat Valenciana, a través de la Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública tiene competencia exclusiva en materia de organización, administración y gestión de todas las instrucciones sanitarias públicas en la Comunidad Valenciana.

Valorada la actual situación y confirmado el riesgo de propagación del Covid-19, se procede a adoptar medidas preventivas para el contagio y transmisión del mismo. Por ello se prohíben todos los velatorios de personas fallecidas en la Comunidad Valenciana, tanto en instalaciones públicas como privadas.

En los tanatorios de Elche, hasta ahora, se está aplicando un protocolo de actuación para evitar aglomeraciones en las salas. Desde el tanatorio de l'Aljub explicaban que la primera medida que se adoptaba era la elección de un miembro de la familia del fallecido para que ejerza como interlocutor con el tanatorio. De esta forma, siempre es la misma persona de la familia la que se pone en contacto con el personal del tanatorio guardando, eso sí, todas las medidas de seguridad para evitar cualquier contacto entre personas.

El personal del tanatorio también va protegido con mascarillas y guantes, y se presta especial atención a que todas las personas que pasen por la instalación mantengan una correcta higiene y se laven las manos, para evitar la transmisión del coronavirus.

Hasta aquí, todas las medidas se aceptan con bastante normalidad por parte de las familias, que son más opuestas a la que limita el número de personas que pueden permanecer en la sala. El protocolo por el que se están rigiendo los tanatorios limitaba a diez personas el aforo máximo de cada una de las salas. De esta forma, se entiende que las visitas habituales para dar el pésame a los familiares del fallecido están prácticamente prohibidas, salvo que se produzca una rotación de las personas que permanecen en el tanatorio.

«Hay a familias a las que les cuesta entender esta medida, ya que se enfrentan a dos situaciones complicadas, como son la unión de la pérdida de un ser querido con las limitaciones del estado de alarma por el coronavirus. Aunque al final acaban colaborando», apuntaron desde el Tanatorio Aljub de Elche. A esto se suma que las salas deben estar cerradas, y que nadie puede permanecer en los espacios comunes del tanatorio, como normalmente es habitual.

Por otro lado, ya no hay posibilidad de realizar un sepelio religioso después de que el obispo Jesús Murgui cancelase todas las celebraciones presenciales hasta que pase la crisis sanitaria del coronavirus. Ahora la opción que se da a las familias es organizar un funeral cuando el estado de alarma haya finalizado.

La última restricción llega a la hora del enterramiento donde los familiares también deben respetar la distancia mínima entre personas para evitar contagios, así como tratar de ser el menor número de personas posible en el cementerio, que solo abren para los entierros.