Hace un mes, cuando Madrid, Barcelona o València decidieron cerrar los servicios públicos de intercambio de bicicletas por miedo a la pandemia, Elche lo mantuvo en contra del criterio de las grandes ciudades españolas. Esa resistencia a hacer lo contrario que hacía la mayoría, a seguir apostando por un medio para ir al trabajo verde y saludable, le ha granjeado estos días todo tipo de piropos de grupos sociales que respaldan la utilidad de este servicio.
«¿Miedo al coronavirus?, claro que lo tenemos, pero llevando las precauciones básicas, como en el resto de cosas cotidianas, no hay ningún problema», explica la concejala de Movilidad Urbana, Esther Díez, de Compromís, quien admite que el número de usuarios, evidentemente, ha descendido, prácticamente a la décima parte que hace un mes y medio, pues son menos de un centenar de abonados los que la están utilizándo a diario, pero la edil, ahora más que nunca, defiende su utilidad porque «según hemos comprobado, las bicicletas que más se están cogiendo son las que tienen como destino el Hospital General; es decir, que son utilizadas por sus trabajadores».
De hecho, la parada del centro sanitario prácticamente triplica en número de bicis utilizadas a la segunda, que es la Plaza de la Lonja, en el barrio de Altabix; y a la tercera, la Plaça de Baix, aunque también están entre los primeros puestos estacionamientos como la del Centro de Congresos o la del Centro Polivalente de Carrús.
«No entiendo el sentido que tiene que en otras poblaciones se prohíba cuando hablamos de que al trabajo, desde que se declaró la pandemia, hay que ir en un transporte individual, ¿preferimos que la gente vaya en coche?», se pregunta Díez.
La concejala, pese a las críticas que aseguran que una persona con coronavirus, desde una bicicleta, puede extender el radio de acción de la contaminación, entiende que «la nuestra es una apuesta contra el interés que existe de criminalizar la bici. Con las medidas necesarias, manteniendo una distancia prudencial con el resto de vehículos, no supone problema».
La edil cree que es importante sacar de muchas cabeza que «la bicicleta es sólo para un uso deportivo. Reforzando la limpieza y con normas, como el uso de guantes o mascarillas, debe ser utilizada para ir al trabajo ahora. Y no acabo de entender que Madrid o Barcelona también la hayan suspendido».
La concejala recordó que mantuvo una entrevista con los responsables policiales días atrás para evitar, como ha ocurrido en otras localides, que se sancione a ciclistas, «es facil diferenciar quién hace un uso deportivo y quién de transporte», dijo. Elche, mientras tanto, sigue adquiriendo material a otras ciudades que han desechado la bici como medio de tranporte público y ecológico.
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