Tomás Alarcón es un ilicitano de 57 años, muy conocido en la ciudad por su gran afición al Elche Club de Fútbol, al que le ha tocado sufrir en primera persona la enfermedad del coronavirus.
Comenzó con síntomas de tos seca y fiebre alta. En un primer momento no hizo mucho caso, pero tras la insistencia de su hermana para que acudiera al médico le realizaron las pruebas y detectaron que estaba infectado del Covid-19. Estuvo diez días ingresado en el Hospital del Vinalopó y después de recibir el alta hospitalaria hoy, por fin, finaliza el periodo de 15 días de cuarentena, que ha pasado solo en su domicilio de la parque Primero de Mayo junto a la Plaza de Barcelona.
«No sé dónde me pude contagiar. Estaba cumpliendo el confinamiento y solo salía para ir al supermercado a comprar comida y para pasear a mi perra. Comencé teniendo tos fuerte y fiebre de 38,5. Entonces me llevaron al hospital, me hicieron las pruebas, dí positivo y me tuve que quedar ingresado», explica Tomás.
«No he estado en ningún momento entubado, aunque sí que me ponían oxígeno. No lo he pasado mal, aunque había algunos días que me encontraba bajo de ánimo y no quería hablar con nadie. Estaba totalmente aislado. Me traían la comida y me decían: Tomás ahí la tienes. Eso era la peor. Luego venían los médicos y las enfermeras, pero como iban totalmente tapados no distinguía quién era cada cual. Si me hubieran dejado más tiempo en el hospital no sé lo que me hubiera pasado. Estar aislado es lo que peor he llevado», explica este ilicitano.
Vivía con su madre de 88 años
Tomás Alarcón vivía con su madre de 88 años, pero durante el periodo de cuarentena se ha tenido que quedar solo. «Me encuentro bien y no me noto nada, aunque no he puedo salir. Mi hermana me trae la comida cada dos días y por la noche para cenar me hago yo carne o pescado».
Tomás tiene unas ganas tremendas de volver ver a su madre y estar con ella. «Mi hermana vive en Elche y tengo otro hermano que vive en San Fulgencio y ahora está con mi madre. Estaba preocupado por ella, pero no ha notado ningún síntoma. Este lunes tengo que llamar al médico porque ya termino la cuarentena. Quiero traer a mi madre a casa y, una vez que he superado la enfermedad, si tenemos que desinfectar el piso lo haré, cumpliré lo que me digan los sanitarios. Lo peor ya lo he pasado».
Su pasión como es el fútbol queda ahora en un segundo plano. Estuvo cuatro años trabajando en el Elche Club de Fútbol en el área de mantenimiento y también realizaba las funciones portero en los vomitorios y en el aparcamiento durante los días de partido. Ha viajado acompañando al equipo franjiverde por toda España, incluso en la temporada 2014-2015, la última del conjunto ilicitano en Primera División recibió un homenaje, junto a sus compañeros de la peña «Los Cinco Magníficos», y tuvo la oportunidad de saltar al césped del Martínez Valero y recibir una camiseta y llevarse la ovación de todo el estadio.
Últimamente no podía seguir con su pasión por el Elche porque después del fallecimiento de su padre tenía que cuidar de su madre y dejó de viajar. Esta temporada solo pudo desplazarse al partido del Carlos Belmonte en Albacete, que el equipo de Pacheta disputó junto antes de Navidad.
El fútbol es ahora secundario
Este seguidor franjiverde asegura que tiene también ganas de ver a su equipo, pero, ahora, lo primero es la salud. «Lo que quiero es recuperarme totalmente y que no tenga ningún riesgo. Voy a ver lo que me dice hoy el médico. Si dan la Liga por terminada me da igual. Ahora solo pienso en mí y en mi madre, a la que estoy cuidando desde que falleció mi padre y tengo ganas de verla y de que vuelva a casa. El fútbol es ahora secundario», tiene claro.
Tomás Alarcón ha recibido durante las últimas semanas multitud de llamadas telefónicas y mensajes de ánimo de familiares, amigos y de muchos aficionados del Elche. La Federación de Peñas de la entidad franjiverde también publicó en sus redes sociales una felicitación por haber superado el coronavirus.
Este ilicitano espera recibir hoy el alta médica y poner fin a una pesadilla que dura ya casi un mes, aunque asegura que no lo va a olvidar en la vida. Se encuentra con ánimos para salir adelante y poder estar con su madre, con su perra y hacer vida normal. En el estadio Martínez Valero también lo esperan pronto.
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