Elche ha arrancado esta mañana la fase 0 del plan del Gobierno con ganas de pasar etapas lo más rápidamente posible para acabar cuanto antes esta pandemia. Las peluquerías han abierto con mucha incertidumbre. "Esperamos mucha gente estos días, que va a ser difícil atender, pero después nos tememos que llegará un bajón, a finales de mes y en junio, porque hay una actividad muy importante que hemos perdido, como son las comuniones. Vamos a ver cómo salimos de ésta", explicaba un profesional.
Un sector que aún no se sabe qué va a hacer es el de la restauración. Algunas cafeterías y restaurantes han colocado carteles anunciando que van a servir comidas a domicilio, con lo que quieren recuperar la normalidad, aunque bien saben que será difícil. Las tiendas también comienzas a abrir sus puertas (aquellas de hasta 400 metros cuadrados) aunque las condiciones de trabajo que se imponen (desinfección al menos dos veces cada jornada) e igual número de trabajadores que de clientes, hace difícil el que muchos se atrevan a rescatar a trabajadores de los ERTE porque no saben cómo van a ser los ingresos. Precisamente desde este sector también se quejaban del hecho de que la anulación de las comuniones les han dejado con mucho material sin poder vender y no saben qué van a hacer con el que no puedan devolver a las fábricas.
Las calles se han llenado de muchos más vehículos que otros días, ha habido las colas desde primera hora de la mañana en los bancos y cajas de ahorro, pero ha comenzado a dar la sensación de que estábamos en una jornada normal. Sólo han faltado los niños acudiendo a clase. Precisamente, un padre se quejaba de esta circunstancia, "ahora comenzamos a trabajar mi pareja y yo, y no sabemos qué hacer con el niño de 8 años". Los centros educativos, según las directrices que ha dado el Gobierno podrían abrir, "Los alumnos de 6 o más años podrán acudir a los centros para programas de refuerzo educativo".
Mascarillas
Por otro lado, el Ayuntamiento de Elche ha comenzado el reparto de 12.000 mascarillas en los autobuses, que siguen yendo con muy pocos ciudadanos, los trabajadores han aprovechado para entregar los protectores también a ciudadanos que circulaban sin ellas. En las laderas del río, la presencia de corredores ha disminuido por la obligación de volver a la actividad laboral, aquellos que ya pueden.
