Asociaciones y ciudadanos de Elche han demandado al Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la Universidad de Alicante (UA) su implicación en la investigación, conservación y difusión del yacimiento arqueológico de El Arsenal, incluido en el sector urbanístico E-16 sobre el que se proyecta la construcción de mil viviendas. En la zona se han documentado restos desde el neolítico hasta el periodo islámico. La petición apela a los objetivos del Instituto y a su vinculación con la Fundación Arqueológica La Alcudia. La relación entre ambos yacimientos es tan evidente que en la literatura científica se denomina a El Arsenal como el Alfar de La Alcudia. En informe emitido el pasado enero, el Ministerio de Cultura afirma que la zona se debería considerar como un “todo arqueológico” y que, de confirmarse su relación directa con La Alcudia, debería tener su mismo grado de protección: Bien de Interés Cultural (BIC).

La iniciativa se enmarca dentro de las actuaciones que está llevando este movimiento ciudadano desde que hace más de un año se hiciera patente el impulso al desarrollo urbanístico de un sector que parecía paralizado. La carta remitida al director del INAPH y a la vez director científico de la Fundación La Alcudia, Francisco Javier Jover, trata de involucrar a la comunidad científica en el estudio de este yacimiento situado a poco más de un kilómetro de distancia de La Alcudia, donde su fundación, a través de la UA, viene desarrollando proyectos que redundan en el conocimiento del pasado y del patrimonio de Elche.

Entre los objetivos del INAPH figuran la investigación, conservación, gestión, difusión y divulgación del patrimonio arqueológico; el fomento y la promoción de una investigación arqueológica y patrimonial de calidad; el fomento de la cooperación científica con empresas, entidades públicas y privadas; y la generación de marcos que favorezcan la implicación de la sociedad en la recuperación, conservación y tutela del patrimonio arqueológico e histórico.

En el documento se enumeran las actuaciones arqueológicas llevadas a cabo desde que Aureliano Ibarra dejara constancia por escrito en 1879 de la aparición de un horno íbero y diversos restos de cerámica y se da cuenta de la tramitación del sector urbanístico, que abarca desde el puente de la Generalitat hasta la circunvalación y queda delimitado por la avenida de Dolores y el cauce del río Vinalopó.

Su emplazamiento dentro de la zona de protección y amortiguamiento del Palmeral delimitada en la declaración de Patrimonio Mundial de la Unesco y su afección directa a tres huertos de palmeras provocó que el Ministerio de Cultura emitiese el pasado enero un informe desfavorable al Plan Parcial del sector E-16 por considerar que es “incompatible con las características exigibles al entorno de un bien declarado Patrimonio Mundial”.

El informe entra también a valorar la cuestión arqueológica. “Dada la complejidad estratigráfica, su riqueza diacrónica y la parcialidad de los datos (la zona) debe tratarse como un yacimiento arqueológico unitario y, por tanto, susceptible de ser investigado en su totalidad, confirmando la extension del yacimiento arqueológico, algo que parece claro a tenor de los resultados positivos precedentes arriba comentados (señala el texto en sus conclusiones tras una exposición previa) y el valor de los mismos, sobre todo para las etapas íbera y romana, que podría guardar directa relación con el yacimiento de La Alcudia, lo que implicaría disponer del mismo grado de protección. En cualquier caso, debe ser protegido, tal y como recoge la normativa autonómica, la cual se dota de instrumentos como el Consejo Asesor de Arqueología y Paleontología, y los Planes Generales de Arqueología, para promover una correcta actuación en estos casos”.

El documento viene avalado por el Institut d’Estudis Comarcals del Baix Vinalopó, la Associació Volem Palmerar, la Associació per al Desenvolupament Rural (ADR) del Camp d´Elx; Comisiones Obreras, el Grup Cultural Tonico Sansano, la Associació per al Debat i la Acció Ciutdadana Desde Baix; la Associació d’Arquitectes Ruskin Cofee; la Associació Àgora d’Elx, el Centre Cultural El Margalló y Elche Singular.

Entre los firmantes a título individual figuran el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada, Antonio Malpica Cuello; Pedro Javier Ripoll Vivancos, Margarita Guilló Durá e Inmaculada Ruiz Pascual, coautores del «Informe sobre las últimas actuaciones en la Finca El Arsenal. Yacimiento arqueológico Granados de Espuig», presentado en 1991 como denuncia pública por el Grupo Ilicitano de Estudios Arqueológicos ante la Conselleria de Cultura; Luis Sendra Mengual, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana; Juan María Boix García, presidente del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante; Miguel Martínez Perallón, vocal de cultura del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante; Miguel Ors Montenegro, director de la cátedra Pedro Ibarra de la Universidad Miguel Hernández y Carmina Verdú Cano, jefa de la Sección de Archivos del Ayuntamiento de Elche.