Dice que lo que más le preocupa es que la gente no entienda que, si un contacto contactoestrecho. La entrevista es telefónica desde su despacho en el centro de salud de Altabix. Ha hecho falta 24 horas para que encuentre un hueco para atendernos.
Tras declararse dos brotes, ¿es más difícil el trabajo ahora que en marzo?
Esto es rastrear y avanzar en cada caso. Quién es, con quién ha estado, con quién trabaja... y tomar medidas. En muchos casos ahora nos encontramos con asintomáticos, que son más leves que en marzo. En los positivos que nos los envían, porque tienen algún síntoma, estamos haciendo las pruebas de PCR a sus contactos estrechos, que muchas veces son asintomáticos y este es el peligro porque no sabe que tiene la enfermedad..
¿Qué perfil tienen los positivos?
Menos de 50 años, pero esto es una casuística muy aislada de la que no se puede sacar una conclusión. Hay muchos jovenes en fiestas, en comidas de amigos, de empresa... Hay más vida social y ahí ha cambiado. En la vida social la gente no ve peligro y no entiende que el virus esta ahí y las medidas se relajan. En una agrupación de gente se debe llevar la mascarilla porque es un sistema para evitar la enfermedad, pero hay un relajamiento. La gente no es consciente. Los jóvenes no ven el peligro y el riesgo. Ellos son casos leves... o no, pero no para sus mayores y las personas con las que puedan tener un contacto, puede ser muy grave porque nadie sabe cómo va a evolucionar, pero ser joven no es una inmunidad.
La gente que da positivo, ¿cree que es sincera con los rastreadores sobre sus contactos?
Sí, está respondiendo sobre sus contactos. Les enviamos correos para que nos aporten datos, les mandamos recomendaciones y la gente sí está respondiendo.
¿Y a qué lo atribuye cuando todos saben que han incumplido las recomendaciones?
A que las reuniones y fiestas no están prohibidas. Antes era más difícil cuando estaban prohibidas y las había, pero te lo decían. No somos la policía, somos sanitarios que quieren cortar la cadena de transmisión. Sí que son sinceros cuando te lo cuentan pero tenemos problemas...
¿Cómo cuáles?
Que no entienden el procedimiento. Cuando hay un positivo, primero se llama su médico para comunicarle y este anota los convivientes y a los contactos mas cercanos. Nosotros le llamamos a continuación y le preguntamos sobre otros contactos, dónde trabaja, con quién, si ha ido a fiestas o comidas... Todas estas cosas nos tienen que contar desde dos días antes del inicio de los síntomas con todos los que han estado sin protección más de quince minutos. Y a estos contactos se les pide el teléfono y se les avisa para que se pongan en contacto con su médico para que le dé la baja porque tienen que estar 14 días en aislamiento, aunque le hagamos la prueba y salga una PCR negativa tienen que permanecer los 14 días en aislamiento. La gente no entiende que el periodo de contagio es de 14 días y puede ser que hoy no tenga el virus pero dentro de cinco o de diez sí. Eso es lo que mas nos cuesta que la gente respete. Es una cuarentena en realidad, no tan estricto como el confinamiento, pero deben llevar mucho cuidado. Es lo que nos está pasando por ejemplo en empresas. Te dicen que entonces tienen que cerrar y se les intenta explicar que es la única forma de frenar la transmisión y la gente no lo entiende. Tenemos el temor a que no cumplan. Hay mecanismo pero ello, medidas judicial, pero intentamos no llegar y hacer educación sanitaria y responsabilizarlos porque son un peligro.
Mucho trabajo de sensibilización...
Estas entrevistas tienen que durar lo que duren. No es que yo te llamo y en 5 minutos lo tengo resuelto. Tenemos que tener todo el tiempo del mundo para explicar y que se conciencien. Echamos manos de todos los recursos. No es fácil. Estás cortando su libertad personal e impidiendo su actividad, pero no hay otra.
¿Es peor un brote de cuatro o cuatro casos aislados?
El brote es una agrupación de casos y sabemos quién ha contagiado a quién. En los aislados no podemos llegar al origen, que es nuestro objetivo. Es muy difícil porque no tenemos todas la variables y más con los asintomáticos.
¿Cuántas PCR se han hecho hoy?
Uff, ahora no sé la cifra. Muchos muchos (se ríe). En el hospital general por las mañanas, 60 o 70; en el PAS, 30 o 40. Y de muestras se han hecho una barbaridad. Cuanto más buscas, más encuentras. Ahora mismo no es que haya más casos que en marzo, sino que están confirmados.
¿Cuántos contactos ha llegado a dar un solo positivo?
Si ha ido a una fiesta, hasta cuarenta. La media es seis a ocho, pero también hay 15 o 20 y son personas, insisto, que también hay que confinar y dar la baja. Con una colaboración excelente, el trabajo funciona.
¿Están ustedes agotados?
Estamos cansados, es mucha presión. Es protección y eso cansa.
¿Y qué piensan ante esa falta de sensibilidad de ciudadanos sin mascarillas?
A más relax, más tensión para nosotros. Vas a un sitio y ves gente sin mascarilla, en grupo, que no respeta... y piensas que al día siguiente igual los tienes que llamar y eso desanima. Por eso insistimos en la prevención y no nos cansaremos.
¿Tienen miedo al otoño?
Preocupación. El problema es si se mezcla con la gripe porque vamos a tener que hacer muchas pruebas para diferenciar diagnósticos. La gripe no es baladí y son dos fuentes posibles preocupantes. La personal de riesgo tiene que vacunarse, vamos a empezar antes la campaña en residencias y sanitarios, queremos diferenciarlas y se va a citar lo antes posible.
¿Si por usted fuera, la mascarilla
No me puedo pronunciar (se lo piensa), pero sí sería partidaria. Lo que hay que hacer es cumplir las recomendaciones.
¿Va a haber muchos más brotes
No tengo la bola de cristal. Es posible. Lo que no hay que hacer es alarmarse. La alarma hace que las redes sociales ardan y eso no tiene que existir. No hay que trasladar alarma sino medidas responsables. Cuando hay un caso y un brote, se aíslan a esos trabajadores, pero lo importante es que se respete (el confinamiento). Lo controlaremos, aunque el riesgo cero nunca existe.
