Los vecinos del Camp d'Elx están detectando que los adolescentes necesitan más pedagogía para que cumplan con las medidas de distancia socialcuando salen en grupo y que se pongan la mascarilla de forma casi permanente al pisar la vía pública para evitar nuevos rebrotes por coronavirus.
El Ayuntamiento de Elche ha reforzado en los últimos días el protocolo y el cuerpo de la Policía Local está realizando una mayor vigilancia en las zonas de ocio nocturno para comprobar que los locales cumplen con todas las medidas sanitarias y que los usuarios son responsables y se ponen este EPI. Sin embargo, en las pedanías es más complicado realizar esta labor pedagógica ya que hay bastantes menos patrullas y, por lo tanto, una parte de los jóvenes, sobre todo adolescentes, se relajan más y prescinden de las mascarillas.
Desde la Unión de Asociaciones de Torrellano, pese a todo, señalan que no se puede generalizar porque hay jóvenes que sí que están siguiendo rigurosamente todas las recomendaciones. Mari Ángeles Llorens, presidenta del colectivo, tiene la sensación de que a las pedanías ha llegado menos información que al núcleo urbano de la ciudad por lo que entiende que deberían realizarse actuaciones pedagógicas antes que pasar a la vía sancionadora. Explica que en la partida hay poco ocio nocturno y es complicado controlar que los menores cumplen cuando se agrupan en zonas comunes como los parques. Valora, sin embargo, que hay medios al alcance de la Policía Local como usar megafonía para avisar al menos en estos primeros días desde que se impuso la obligatoriedad de usar mascarillas, para que la gente se conciencie más. Este tipo de actuación sí la practican en localidades vecinas como Santa Pola. Otra de las ideas que lanzan es que se ponga cartelería por las zonas más concurridas de la pedanía, ya que entiende que no todos tienen acceso a las redes sociales donde suele canalizarse la información.
En Las Bayas tienen la misma percepción. Según Eulalia García, presidenta de la asociación de vecinos de esta pedanía, no están notando aglomeraciones al no ser una zona turística, pero sí están detectando que hay grupos numerosos de adolescentes que salen a diario a pasear sin mascarilla, van en bicicleta, se sientan después en los bancos y en zonas de tránsito como el entorno del centro social sin recurrir a este EPI.
La representante vecinal entiende que esta relajación se debe a la poca presencia policial continua que hay en la partida, ya que los agentes que circulan por allí también peinan pedanías cercanas como La Hoya y no están presentes todo el día en el mismo entorno rural. Aún y así, aclara que los agentes están trabajando para concienciar a los vecinos sobre el uso de las mascarillas, y aunque las personas de edad media y avanzada suelen cumplir las normas, la franja más joven se está resistiendo más. Por eso proponen, por ejemplo, que el Ayuntamiento haga campañas de concienciación directas a los menores.
Desde la asociación de vecinos de La Marina apuntan que se ha reforzado la presencia policial al haber mayor afluencia en verano y descartan que sea un lugar especialmente conflictivo por aglomeraciones al no existir discotecas o pubs. En el colectivo vecinal de El Altet entienden que el refuerzo policial es correcto pero consideran que campañas como las antes mencionadas serían positivas.
Según Maria Dolores Micol, integrante de la asociación de vecinos de Arenales del Sol, la Administración local debería haber potenciado más la concienciación entre la ciudadanía antes de pasar a la sanción, y no entiende por qué no hay implantado un sistema que avise masivamente a los vecinos.
