El XIX Aniversario del Misteri d'Elx como Patrimonio de la Humanidad va a ser un evento muy especial y muy recordado. El motivo: va a ser uno de los pocos años en toda la historia en el que el drama sacro-lírico ilicitano no se va a representar en agosto, algo que no sucedía desde la Guerra Civil. Y es que, como con el resto de celebraciones populares de toda España, los eventos multitudinarios han tenido que cancelarse o suspenderse para mitigar los efectos de la Covid-19. Una decisión, la de cancelar las representaciones de agosto, tan dolorosa como necesaria.

«Con todo nuestro pesar tenemos que comunicar la imposibilidad de celebrar el Misteri d'Elx este agosto, pero estamos convencidos de que es la mejor decisión que podemos tomar desde el punto de vista de la salud pública y la seguridad de la ciudadanía».

Así se manifestó el pasado mes de abril el presidente ejecutivo, Francisco Borja, quien además impulsó a todos los miembros de la familia del Misteri a seguir trabajando por la Festa. En esta línea, el presidente dice ser «consciente del valor cultural, histórico y religioso de La Festa, por lo que la anulación de la escenificación no va a afectar a la labor de difusión que esta Junta Rectora ha marcado como prioritaria y, por supuesto, también va a continuar la labor de formación de la Capella, Escolanía y Coro Juvenil por medios telemáticos».

Además, todos los implicados esperan que con la cancelación y el cumplimiento de las normativas de seguridad haya un punto de luz y de esperanza de cara al otoño donde esperan poder llevar a cabo las representaciones del mes de noviembre, ya que este 2020 es año de doble representación.

Una historia de superación

La referencia documental más antigua de la Festa conocida hasta ahora se halla en el testamento de la ilicitana Isabel Caro, de 1523. Según los textos recogidos de la época, el Misteri necesitó el esfuerzo y el compromiso de la población para poder salir adelante en todos estos siglos. Por ello, en los últimos años del siglo XVI la representación estuvo en peligro debido a que una Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, con sede en la citada ermita de San Sebastián, y que era la encargada de su organización carecía de los suficientes recursos económicos.

Tras la decisión del Consejo de la villa de hacerse cargo de la organización y financiación de la Festa en 1609 se entró en un periodo de tranquilidad hasta que en el primer tercio del siglo XVII el Misterio vio de nuevo peligrar su continuidad. En esta ocasión fue el obispado de Orihuela que, siguiendo las directrices de Trento, intentó prohibir la representación alegando que se realizaba en el interior de una iglesia. Sin embargo, el Consejo ilicitano recurrió a la Real Audiencia de Valencia y consiguió que en 1632 el Papa Urbano VIII firmara un rescripto en el que se otorgaba un privilegio por el cual se permitía la representación del Misterio de Elche en el templo de Santa María a perpetuidad.

La inestabilidad volvió a ponerse de manifiesto en los últimos años del siglo XVIII -con la prohibición de la escena de la «Judiada» a causa de los altercados que ocasionaba- y en los primeros del XIX, con la supresión de la capilla musical ilicitana. Debido a ello, el Misteri entró en un periodo de clara decadencia artística que se acentuó en el último tercio del ochocientos, tanto por la escasez de recursos económicos dedicados a la obra y la inestabilidad en los cargos municipales, así como por la escasa importancia que concedían a la representación los propios ilicitanos, incluyendo las autoridades políticas.

El impacto de las epidemias

Tal y como recuerda Joan Castaño en su artículo «Cementerio Viejo (1811-2011)», en el verano de 1811 Elche sufrió una gravísima epidemia de fiebre amarilla que redujo su población, de unos veinte mil habitantes en un 40%. «En el desarrollo de dicha epidemia jugó un papel decisivo nuestra Festa. Hay constancia de los esfuerzos de Diego Navarro, uno de los médicos de la ciudad, por impedir la celebración de la festividad asuncionista y evitar que la aglomeración de gente en Santa María propagara la enfermedad tanto entre los ilicitanos, como entre los numerosos visitantes de los pueblos cercanos. Desgraciadamente, no fue escuchado ni por el pueblo llano que exigía sus fiestas, ni por las autoridades que temían la reacción violenta de aquél».

Las previsiones del médico se cumplieron y los forasteros que habían ido a Elche a presenciar el Misteri ya no pudieron volver a Alicante sin pasar la correspondiente cuarentena. «Fue esta una lección aprendida dolorosamente por los ilicitanos: en posteriores epidemias, como las de cólera morbo de 1855 o de 1885, se suspendieron temporalmente las fiestas, que tuvieron lugar una vez acabada la enfermedad, ya en otoño».

Ya en el siglo XIX el Misteri tuvo que suspenderse en varias ocasiones. Una por la epidemia de cólera. Entre 1904 y 1905 no se celebró por obras en la cúpula de Santa María y en el periodo entre 1936 y 1940 tampoco hubo representaciones por la Guerra Civil y la posterior restauración de la basílica. Asimismo, hay que señalar que la Junta Rectora está formada por la Generalitat, el Ayuntamiento de Elche y la Iglesia Católica, por lo que la decisión tomada hoy, con unanimidad de sus miembros, cuenta con el respaldo de todas estas instituciones.

Todo mejoró en 1924 con la creación de la «Junta Protectora de la Festa de Elche» que hizo posible una revisión escénica y musical de la pieza, posible gracias a una campaña de concienciación promovida en la ciudad por el erudito cronista Pere Ibarra y Ruiz. Este período restaurador recuperó parte del antiguo esplendor de la obra y culminó el año 1931 con la concesión al Misterio por parte del Gobierno de la II República del título de Monumento Nacional. Sin embargo, el Misteri no pudo representarse durante la Guerra Civil, siendo este el único periodo histórico en el que La Festa dejó de representarse hasta la fecha actual.

De cara a este 2020, el Misteri d'Elx baraja ya que las escenificaciones de otoño se tengan que realizar con reducción de aforo, para garantizar el distanciamiento entre los espectadores y el uso de la mascarilla.

Agenda Misteri d'Elx 2020

- Montaje del «cadafalet»

Entre las actividades que se van a celebrar en agosto está el montaje del 'cadafalet' que se hace servir en la Octava de la Virgen en el presbiterio, para que quede expuesta al culto, limitado al aforo que se permita en la basílica de Santa María en ese momento y sin escaleras para que no haya contacto directo con la imagen.

- Dos cantos del Misteri

Un reducido grupo de cantores interpretará dos cantos del Misteri los días 14 y 15 de agosto acompañados del órgano, tras el oficio de las vísperas. Al finalizar se voltearán las campanas y se lanzará una cohetada para recordar la entrada del alma de la Virgen en el cielo y la coronación. En caso de no ser posible el canto, la acción se reduciría al volteo de las campanas y la cohetada.

- Difusión del Misteri

El Patronato ha impulsado las actividades vinculadas a la difusión del Misteri d'Elx con la producción de una obra audiovisual para divulgar La Festa que se reproducirá en las redes sociales del Misteri. Asimismo, se llevará a cabo una acción de difusión de la música de La Festa en diferentes barrios y pedanías.