A pesar de los intensos meses del covid-19, de las regulaciones temporales de empleo e incluso de los despidos, parece ser que el cobro efectivo de estos impuestos no ha afectado en el municipio ilicitano. Una explicación podría ser que los contribuyentes preferían pagar ahora, aunque estuvieran justos de liquidez, que más adelante hacerlo con recargo o penalización.
Otra explicación, según apunta la concejala de Gestión Financiera, Tributaria y Presupuestaria, Inspección, Sanciones y Fondos Europeos, podría ser que al haber ampliado el plazo de abono de estos impuestos, el de vados y el de tracción mecánica, un mes y una semana, esto ha ayudado a que se ingresaran más fondos en periodo voluntario.
Tras este primer «test», el Ayuntamiento ignora cómo se va a comportar el contribuyente ilicitano cuando le toque pagar el impuesto más importante del año, que además coincidirá en plazos con la recaudación a los que no lo hicieron en tiempo y forma a la hora de afrontar el de vados y el de vehículos. Y es que el segundo periodo de cobro en ejecutiva es del 17 de agosto al 6 de noviembre, coincidiendo con el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y del Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Desde el equipo de gobierno valoran y mucho que los vecinos hayan pagados sus impuestos incluso mejor, por decirlo de algún modo, que en 2019.
