Un solar que lleva años abandonado en la calle Felipe Pedrell del barrio de El Toscar se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los residentes en este emplazamiento. El estado que presenta la parcela, convertida en un vertedero en el que crecen sin control arbustos y matorrales, es un peligro para los más pequeños y un obstáculo para las personas mayores y con movilidad reducida, que tienen que sortear sus vallas para poder pasar. A esto también se suman otros problemas como la plaga de mosquitos o los olores que se desprenden de la zona insalubre.

Los vecinos aseguran que el solar está abandonado desde 2006, cuando se iniciaron los trabajos para construir un edificio que no se pudo materializar por culpa de la crisis. La valla más próxima al solar está muy degradada y se ha tenido que instalar una segunda que complica más el tránsito por la calle. Los residentes también relatan que en la parcela permaneció durante mucho tiempo una grúa que era todo un peligro cuando soplaba el viento. Ahora exigen que el solar se tape con una estructura de aluminio o con una pared.

En los catorce años que llevan padeciendo esta situación han tenido tiempo para presentar numerosas quejas al Ayuntamiento. «Yo mismo he ido hasta cuatro voces a poner una reclamación. Siempre nos responden que nos van a dar una solución rápida y nunca ocurre nada», lamenta Antonio Jiménez. Este vecino cuenta que la última promesa llegó durante las pasadas Navidades, cuando les aseguraron que se solucionaría el problema en un plazo de un mes, algo que sigue sin cumplirse a día de hoy.

Los residentes en la calle expresan que están muy cansados de la situación y que llegaron a presentar cerca de un centenar de firmas de vecinos de Felipe Pedrell sin obtener tampoco respuesta. «Hemos hablado incluso con el alcalde en persona y le hemos enseñado fotos pero siempre nos remite a las oficinas municipales», añade Jiménez.