El Ayuntamiento de Elche celebró ayer una de las reuniones de la junta de gobierno local más difíciles de las que se recuerdan en los últimos años. Así lo reconocían sus propios miembros a su salida, antes de que el alcalde de Elche, Carlos González, acompañado por la portavoz de Compromís, Esther Díez, anunciara la aprobación durante la reunión, «por unanimidad», del inicio de la resolución del contrato del Mercado Central que se firmó en marzo de 2015, cuando gobernaba la popular Mercedes Alonso. Carlos González afirmó que «hemos tomado una decisión muy relevante para Elchey para la zona centro de la ciudad. Ponemos punto y final al contrato del mercado, que es un gran problema para la ciudad, un grave error del PP». El primer edil dijo que el proyecto, «más allá de la polémica con la que se gestó y nació con el gobierno del PP, ha devenido en absolutamente inviable jurídica, urbanística y económicamente».

Los miembros de la junta de gobierno local adoptaron cinco acuerdos en referencia al tema del contrato del mercado. El primero de ellos fue iniciar el expediente de resolución del contrato sin que proceda dar una indemnización a la empresa concesionaria, Aparcisa. El segundo punto aprobado consiste en dar un plazo de audiencia a la empresa de diez días para que presente alegaciones contra la decisión adoptada por la junta de gobierno local.

El siguiente acuerdo persigue conocer qué obras o instalaciones deben ser objeto de regresión, para que el Ayuntamiento recupere su control y gestión. En cuarto lugar se acordó solicitar a Aparcisa una relación con los vendedores que actualmente están en el mercado provisional y que se detalle cuáles son sus condiciones contractuales.

Finalmente, la junta de gobierno local ordenó a Aparcisa el mantenimiento del mercado provisional hasta que se formalice la reversión del servicio.

A la hora de justificar la decisión del equipo de gobierno de romper el contrato sin dar indemnización alguna a la empresa tanto el alcalde, Carlos González, como la portavoz de Compromís, Esther Díez, insistieron en que el proyecto pone en peligro la declaración de patrimonio de la humanidad del Misteri y la protección del refugio de la Guerra Civil. Estos dos motivos, «de interés público», impiden, según dijo Carlos González en varias ocasiones, la ejecución del contrato tal y como se firmó en 2015, y que, matizó el primer edil «la empresa asumió cuando lo firmó».

Por su parte, la edil Esther Díez manifestó que «hemos priorizado el interés público, y nuestra obligación moral era rescindir el contrato para proteger nuestro patrimonio». En este sentido, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), entidad vinculada a la UNESCO para la Protección del Patrimonio Universal, ya realizó una advertencia sobre el perjuicio que el proyecto del mercado ejercía sobre el Misteri, y sobre riesgo que ello suponía para el mantenimiento de la declaración universal. Díez dijo al respecto que «ICOMOS fue tajante, y también el Defensor del Pueblo, y de no haberlo hecho, habría sido una temeridad por las consecuencias legales al vulnerar la Ley de Patrimonio».

La reacción de Aparcisa, la empresa concesionaria, al paso que dio ayer el ejecutivo de Carlos González fue clara y contundente. A preguntas de este diario el gerente de Aparcisa, Álvaro Gordillo, dijo que «estamos hartos. Nosotros hemos ido a Elche a hacer un proyecto precioso, por lo que haremos lo que tengamos que hacer para cumplir el contrato y defender nuestros derechos». Finalmente Álvaro Gordillo afirmó que «lamentablemente nuestro error fue ir a Elche a hacer un proyecto».

Trámites

El paso que dio ayer el Ayuntamiento se fundamenta en un informe de más de cuarenta páginas que han elaborado los servicios municipales para justificar la decisión final. Ahora, una vez la empresa presente las alegaciones, que todo indica que así va a ser, el Ayuntamiento elaborará un nuevo informe que remitirá al Consell Jurídic Consultiu, que emitirá un dictamen. Después será el Ayuntamiento el que resuelva el expediente con el dictamen del Consell Judíric Consultiu, que no es vinculante.