Un pronóstico nada claro y sensaciones agridulces para los empresarios ilicitanos en el arranque ayer de la feria internacional de calzado de Milán, una de las más importantes del mundo y la única que está programada debido a la crisis sanitaria por el covid-19. La participación de las firmas alicantinas en el evento comercial han bajado más de un tercio en relación a la edición de 2019 debido a la pandemia. Esta bajada también ha tenido efectos en la asistencia a la feria, ya que ha caído a la mínima expresión el número de visitantes, tal y como reseñaban a INFORMACIÓN algunas empresas del sector. En total hay 500 expositores, de los cuáles 47 firmas son españolas y exponen de forma física y otro grupo de 44 marcas españolas ha optado por estar presente en el evento internacional a través de una plataforma online que ha creado MICAM para ofrecer una alternativa a las empresas que dudaban de viajar debido a la crisis sanitaria.

En el caso de Elche participan 11 empresas de forma física, que representan casi al total de la provincia, que son 17, mientras que de forma virtual están representadas 14 firmas ilicitanas y otras cinco de otros puntos de la provincia como Elda. Esta presencia choca mucho con los 66 expositores de Elche que se anotaron en la pasada edición. La organización de la feria y la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) han hecho esfuerzos para intentar estabilizar la participación y ayer reseñaban que «es un milagro que se celebre. Esperábamos poco y la afluencia es muy baja, hay compradores pero nada que ver con otros años. Esto no se puede comparar con nada y sabíamos que iba a ser muy complicada», indicaban desde FICE ya pasadas unas horas desde el arranque en Milán. Los organizadores reseñaban hace unos días que más de 5.000 compradores han confirmado su participación en la feria, principalmente italianos y de otros países europeos debido a las restricciones de comunicación con otros países.

Sin embargo, los empresarios ilicitanos dudan que el evento les salga rentable. «Estoy abrumada por la poca gente que hay. Normalmente en el primer día la gente entra y pregunta precio, pero es nefasto... No se ve gente por los pasillos», indica Azahara Borreguero, general manager de Azarey. Desde esta firma ilicitana indican que los resultados seguramente serán pérdidas pero querían estar presentes por la importancia del evento. Esperan aprovechar el viaje, también, para formar una red de agentes con la que fomentar la venta en Italia, «porque es una forma de hacer entrevistas pero clientes hay muy pocos», explican.

Refuerzo digital

Desde FICE reseñan que pueden conseguir un buen escaparate gracias a la hibridación entre presencia física y virtual con esto modelo, ya que puede ayudar a que haya una mayor dimensión de la marca y se aumente la base de datos de clientes.