La situación es excepcional y las medidas que se tienen que tomar deben estar a la altura. La crisis social y económica que ha desatado el coronavirus está haciendo mucho daño en Elche y las decisiones que se adopten en los próximos meses serán cruciales para reducir su impacto. Así lo considera el equipo de gobierno y por eso el alcalde, Carlos González, inició ayer una ronda de contactos con la oposición (Partido Popular, Ciudadanos, Vox y el concejal no adscrito Eduardo García-Ontiveros) para «dejar atrás el tono agrio» y establecer los puentes de diálogo que permitan acuerdos «por el interés de la ciudad».

El alcalde se ha marcado a fuego que el presupuesto de 2021 se apruebe en el pleno municipal del próximo 30 de noviembre y para ello busca acuerdos con la oposición, unos partidos que ayer escucharon sus planteamientos, recogieron el guante lanzado por González, en líneas generales, pero también le plantearon una serie de exigencias que pasan, principalmente, por establecer un plan económico que incluya una bajada general de impuestos, tasas y precios públicos como medidas urgentes para aliviar la economía local.

Al margen del interés por establecer las bases para llegar a un acuerdo que permita la aprobación del presupuesto, las reuniones que mantuvo ayer el alcalde con la oposición tuvieron otros ejes de importancia, entre los que destacan la persecución de un acuerdo en torno a la Ley del Palmeral, el impulso de una declaración institucional contra la ley del trasvase que está preparando Castilla-La Mancha o la mejora de la competitividad, que pasa por un Plan Municipal de Infraestructuras Estratégicas que incluye la llegada del AVE, la circunvalación sur, la modernización de las cercanías y la conexión del Parque Empresarial con la autovía A-70.

Tras escuchar al alcalde, los distintos partidos hicieron públicas las conclusiones que sacaron de la reunión. El primero en pronunciarse fue el PP. Su portavoz municipal, Pablo Ruz, agradeció el encuentro a González y expuso que «en plena segunda oleada de la pandemia es más necesaria que nunca la unidad política». Entre las propuestas que ha planteado al PP, al margen del plan económico que pasa por la bajada de impuestos y tasas, se encuentran un proyecto de revitalización para los barrios y pedanías y un tercer plan de aparcamientos municipales que dé «respuestas a las necesidades de los ilicitanos».

La congelación de impuestos también tuvo un peso específico en la reunión mantenida con Ciudadanos. «Nosotros tenemos el compromiso de bajar el IBI desde el anterior mandato y ya fue un escollo importante para aprobar los presupuestos del año pasado», manifestó su portavoz, Eva Crisol, quien también destacó que se encontró a un alcalde «receptivo y con ganas de rebajar el discurso bronco». García-Ontiveros, por su parte, también propuso que este año no haya subida de impuestos y «en la medida de lo posible» se efectúen bajadas de los mismos.

Por último, desde Vox hicieron hincapié en la importancia de aunar esfuerzos ante «los tiempos tan difíciles que se avecinan». «Estamos en las antípodas ideológicas en la cuestión de la memoria democrática pero, cuando se trata de la ciudad y el bien común, luchamos por los ilicitanos», aseguró su portavoz, Amparo Rodil. Sobre el presupuesto, la intención de la formación es «ayudar y controlar», ya que estiman «una merma considerable de los ingresos a partir de ahora por la crisis económica».