La vida ha vuelto a los campus de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. Al menos un 25% de ella, ya que, con las limitaciones de aforo en las aulas y la puesta en marcha de una app para reservar asiento en las clases, solo ha pisado las instalaciones universitarias una cuarta parte de los estudiantes. Además, hasta el viernes no arranca el atípico curso para los alumnos de nuevo ingreso, quienes ese día vivirán una jornada de bienvenida. Los estudiantes que hoy no se han desplazado al campus han podido seguir las clases de presentación de manera online, gracias al proceso de digitalización que se ha aplicado la Universidad a marchas forzadas.

La primera jornada de vuelta al campus se ha vivido con toda la normalidad posible, dentro del nuevo contexto, y sin tener que lamentar incidentes. Eso sí, el campus, como es lógico, se ha visto mucho más vacío que en anteriores inicios del curso, sin que diera apenas la sensación de que los estudiantes han vuelto a las aulas tras el parón estival. También se han dado casos de quien se ha perdido y no ha encontrado dónde estaba su aula, un clásico del primer día que ahora representa una dificultad añadida para los encargados de cumplir con el protocolo que establece las medidas de higiene, seguridad y desinfección.

Como en los años anteriores, la UMH supera la barrera de 14.000 alumnos inscritos. De cara al curso que acaba de comenzar, desde la Universidad se espera llegar hasta los 15.000 matriculados, ya que todavía falta por resolver los casos de los que hicieron la Selectividad en septiembre, los mayores de 25, 40 y 45 años y los que no han podido acceder a la primera opción que eligieron en julio. La UMH contó con un aumento del 25% de los inscritos para hacer la Selectividad y sus responsables consideran que ese incremento se debe reflejar en el número total de matriculas para cursar alguno de sus grados.

Entre los estudiantes que hoy han acudido al campus para iniciar el curso la sensación mayoritaria era la de incertidumbre sobre cómo se desarrollará un año tan condicionado como este. “Va a haber un poco de lío porque nos han separado en grupos y tendremos que reservar para ir a clase. Espero que todos reserven cuando les toque y no le quiten el puesto a otros. A las prácticas queremos ir todos pero las plazas son limitadas”, asegura la estudiante de Psicología Mercedes Solbes. “Es un año diferente y hay que acostumbrarse, nosotros tenemos la suerte de no ser muchos en clase”, añade el alumno de Ciencias Ambientales Guillermo Peña.

“Evitar la acumulación de personas y tener que reservar el asiento para acudir a clase hacen que sea un año diferente. No lo veo mal, ser menos en las aulas nos permite prestar más atención”, opina Arturo Marval. “Es un poco extraño pero la organización de la UMH es buena. Los profesores nos están dando instrucciones para cumplir con el protocolo”, apunta Lorena Carrillo, quien también lamenta los fallos que está ofreciendo en estos primeros días la app que ha desarrollado la Universidad. “La app es muy intuitiva, reservar asiento es sencillo”, concluye Miguel Gutiérrez.