La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a 27 años y medio de prisión al acusado de asesinar a su madre en mayo de 2018 en el domicilio que compartía con la víctima, la hermana del acusado y su sobrina, en la calle Capitán Alfonso Vives de Elche. El propio acusado reconoció los hechos durante el juicio, que se celebró en julio ante un jurado popular. La sentencia recoge como hemos probados que entre la madrugada del 28 de mayo de 2018 y la mañana del día 29, el acusado fue a pedirle dinero a su madre y ésta se negó. Entonces el hombre le propinó dos cuchilladas en el costado y, una vez la víctima se encontraba en el suelo, «con ánimo de acabar con su vida, golpeó a su madre reiteradamente en la cara, la agarró fuertemente del cuello al tiempo que le golpeaba la cabeza contra el suelo», al tiempo que la estrangulaba, según se recoge en la sentencia dictada por la magistrada. Unos golpes que acabaron con su vida..

Tras la muerte, enrolló el cuerpo en una manta y lo escondió bajo la cama. En la vivienda también vivía una hermana del acusado y una hija de ésta. Cuando le preguntaron dónde estaba la mujer, llegó a decir que estaba durmiendo, había salido a comprar o que se había desplazado a Alicante. Así logró ocultar el cuerpo durante un día y medio, tiempo que aprovechó para robar de la vivienda una tableta digital y una consola PlayStation que vendió en una tienda de compraventa de productos de segunda mano. Una vez obtuvo el dinero, huyó y fue su hermana quien acabó encontrando el cuerpo sin vida de su madre.

Dar con el paradero del fugitivo no fue fácil. La Policía Nacional lo estuvo buscando durante semanas hasta que fue detenido en una pensión en Granada, en la que se alojaba.

Antes de huir, con el fin de ocultar lo que había sucedido aprovechó que «no hay nadie en la vivienda para limpiar la casa, incluso coloca incienso, cerrando la puerta del domicilio con pestillo, para evitar ser descubierto y eliminar vestigios, metiendo la camisa que portaba con manchas de sangre en la lavadora». Además, para no ser localizado, desconectó su teléfono móvil en el momento de la huida.

La defensa trató en el juicio que se le aplicara un atenuante por consumo de drogas. Sin embargo, el jurado concluye que no existía ningún tipo de alteración de las capacidades mentales en el momento del asesinato derivados de esas adicciones. Además, «no existe en su conducta ningún dato que ponga de relieve dicha alteración, su ex mujer manifiesta en el acto de juicio que en los casi cinco años que vivió con el acusado no observo nada extraño en su conducta, solo se entero que consumía cuando notó en falta dinero porque se lo manifestó el acusado», recoge el fallo judicial.

Antecedentes

El acusado tenía antecedentes por otro delito de homicidio en grado de tentativa, por el que fue condenado a siete años y medio de prisión por la Sección Primera de la Audiencia de Alicante en 2009, tal y como recoge el texto de la sentencia.