Hace poco más de dos años que Patricia Aguilar fue rescatada en la selva peruana, junto a su bebé de un mes, tras caer en manos de la secta liderada por el gurú Félix Steven Manrique. En el tiempo que lleva de vuelta en Elche la joven ha tenido tiempo para reconstruir su vida, liberar su cabeza de los pensamientos que le atraparon y le llevaron a ponerse en manos de Manrique e, incluso, contarle su terrible experiencia a la periodista de El Periódico Vanesa Lozano, quien acaba de publicar un libro en el que narra el infierno que vivió la ilicitana en el país andino.

Pese a que lo peor de esta historia ha quedado atrás, la pesadilla de Patricia Aguilar no ha terminado. Así lo aseguran desde su entorno, ya que la joven no quiere hablar porque todavía no se siente con fuerzas para atender a los medios de comunicación. Sus familiares más cercanos sí que cuentan que la ilicitana ha seguido recibiendo mensajes este año a través de las redes sociales en los que le animan a regresar a Perú, pese a que el líder de la secta se encuentra en prisión desde 2018 para cumplir la condena de 20 años de cárcel que le impuso la justicia local.

«Dinos qué quieres, el fin está cerca, tienes tiempo de arreglarlo y Steven está arrepentido», es uno de los textos que aún recibe Patricia Aguilar. La frase «el fin está cerca» hace alusión al coronavirus y con ella los emisores de los mensajes que buscan captar de nuevo a la ilicitana recurren al discurso que empleaba el líder de la secta en el que hacía alusión a un fin próximo de la humanidad, algo que quieren relacionar con la actual pandemia. Según explica Noelia Bru, prima de la joven y una de las portavoces de la familia, detrás de estos comunicados se encuentra Poala Vega, una mujer que también fue captada por la secta, que tuvo otro hijo con Manrique y que aún le sigue visitando en prisión.

«Tenemos constancia de que él sigue actuando desde la cárcel. Han encerrado a un tipo peligroso pero esto no ha acabado», relata Bru, quien también denuncia que los seguidores de Manrique están recurriendo a la publicación de datos personales de Patricia Aguilar y del resto de víctimas de la secta para intentar extorsionarlas. «Afortunadamente, Patricia ya no está atrapada. Si no, podríamos levantarnos un día y ver que se ha vuelto a ir», añade la prima. La familia de la ilicitana ha creado distintos perfiles falsos para poder seguir todo lo que se sigue publicando en diferentes redes sociales y foros peruanos.

La hija que la joven tuvo con el líder de la secta también es utilizada en los mensajes que recibe para intentar capta su atención de nuevo, del mismo modo que le dicen que no hay problema para pagarle el billete de avión a Perú. Al igual que Patricia Aguilar, el resto de mujeres que son víctimas de esta historia todavía siguen siendo chantajeadas e incluso han sido publicadas fotografías desnudas de ellas en los rincones más oscuros de la web. «Es una amenaza para decirles que publican las fotos pero que tienen más material de ellas, ya que casi todas estas mujeres le enviaron vídeos sexuales a Manrique cuando estaban abducidas por él», señala Bru.

En la sentencia contra el líder de la secta aparecen seis víctimas pero la familia de la ilicitana tienen constancia de que son más las mujeres que cayeron en sus garras, entre ellas una residente en República Dominica, otra en México y una menor vasca. Los seguidores del gurú también han publicado diferentes documentos de Patricia Aguilar, como la partida de nacimiento de su hija o la declaración que hizo en el consulado de Perú. Del mismo modo, los familiares de la ilicitana también han comprobado que los vídeos que borró de YouTube se están subiendo de nuevo a internet desde hace un año, pese a que Manrique lleve más de dos entre rejas.