Desde hace 65 años, se denomina «rififí» a una de las técnicas de robo más admiradas en el mundo de la delincuencia porque conjuga profesionalidad, destreza, trabajo en las alturas y limpieza, mucha limpieza. Llegan de noche, saquean un establecimiento y se van sin que nada se descubra hasta el día siguiente. Cuanto mejor es el «rififí», más difícil es la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para localizar a los autores. Por ello los cuatro arrestados en la madrugada de ayer en el techo de la nave de Media Markt, en el centro comercial El Sauce, que emulaban al protagonista de la película francesa del mismo nombre, estrenada en 1955 y que bautiza desde entonces a esta técnica, son un hilo más que interesante del que va a tirar la Comisaría de Elche para desentrañar robos de similares características cometidos durante los últimos meses en todo el ámbito nacional. Los autores son rumanos y con edades comprendidas entre los 32 y los 47 años. Para los investigadores no cabe la menor duda de que están ante unos auténticos especialistas.

La brillante detención fue posible por la colaboración de los vigilantes de seguridad, que alertaron al «091» desencadenando en segundos la operación. La seguridad del establecimiento había visualizado a través de las cámaras de vigilancia unos haces de luz que provenían del tejado por lo que se dio aviso inmediato a la Policía. Agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Elche establecieron un amplio dispositivo en el que se aseguró todo el perímetro exterior a la vez que, junto con responsables de la empresa de seguridad, accedían a su interior para localizar a los posibles autores y evitar su huida.

Una vez en el interior comenzaron a inspeccionarla «localizando en la azotea a cuatro individuos que al ser sorprendidos intentaron huir, iniciándose una persecución en la que tras presentar una gran resistencia finalmente fueron detenido», se explica. Seguidamente los agentes comprobaron que en el lugar donde la empresa de seguridad había observado los haces de luz había dos agujeros de pequeño tamaño que daban a la azotea donde fueron localizados los detenidos, «orificios hechos por estos para acceder al interior», explica la Comisaría.

Los autores, que disponían de «conocimientos y herramientas suficientes para realizar estos agujeros precisos por los que acceder a los establecimientos sin ser detectados», en el momento de la detención portaban gran cantidad de útiles para cometer estos robos como cuerdas, linternas, cizallas, taladros, entre otros. Del caso se ha hecho responsable el grupo de Policía Científica para intentar establecer una correlación entre este hecho y otros similares.

Red Azul

La «colaboración entre las empresas de seguridad privada y la Policía Nacional a través del protocolo de actuación Red Azul» ha conseguido que las comunicaciones sean permanentes y en tiempo real, lo que permite la localización de los autores de todo tipo de hechos delictivos.