Carlos tiene cinco años, pero su capacidad cognitiva es la de un niño de tres. Su madre, Noelia, se ha recorrido la provincia en busca de un centro privado donde atiendan a su hijo ya que en el colegio público, debido a la situación generada por el covid, ya no pueden asistir correctamente sus necesidades. Siendo madre soltera y autónoma, la situación económica de Noelia se ha agravado hasta tal punto de que teme por el futuro de su hijo, debido a la larga lista de espera para entrar en un centro de Atención Temprana público.

La pandemia, y la nueva estructuración de la educación ha dejado en el olvido a aquellos niños con necesidades especiales. Antes tenían una pedagoga que se ocupaba de reforzar y estimular al alumno. Ahora, los padres y madres de estos menores se encuentran con que el colegio ya no les atiende individualmente y que la única opción es ir en busca de un centro privado, que no pueden permitirse, pero ayudará al desarrollo de sus hijos.

Actualmente, la ciudad de Elche dispone de dos centros públicos con un Programa de Atención Temprana: Fundación Salud Infantil de Elche y Aspanias. De esta forma, se concentran unas 150 plazas anuales en la ciudad de Elche para suplir la cantidad de niños que las demandan. Cada año, estos centros se encuentran con la misma situación: el número de plazas no corresponde a la demanda de familias y niños que necesitan de esta atención. Es por ello que, Belén Candela, directora técnica de la Fundación Salud Infantil, afirma que «nuestro centro tiene una capacidad de 70 plazas, cuyos alumnos, de entre 0 y 6 años, son derivados a través de conselleria, por lo que no está en nuestras manos el atender a más niños». Así, para que un niño tenga una plaza en un centro de Atención Temprana subvencionado se debe seguir el siguiente procedimiento. El niño o niña es detectado desde el centro de salud o hospital, y son ellos quienes hacen la tramitación a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas para que lo apruebe y, si es así, lo derivan al centro de Atención Temprana, según informa la directora técnica. Además, a esto se le añade la lentitud por parte de la Generalitat a la hora de resolver las peticiones que les llegan desde los centros sociosanitarios y la adjudicación de las plazas públicas que disponen. Este es el motivo por el que muchos padres y madres como Noelia, optan por buscar alternativas en centros privados para ahorrarse la espera que puede hacer que su hijo avance o se estanque. Esto supone también un esfuerzo económico muy grande, pero a la vez decisivo en el desarrollo de los más pequeños. Es por ello que diversos padres coinciden en «la necesidad de crear unas escuelas públicas más inclusivas y que se adapten realmente a las necesidades de cada alumno», afirma uno de ellos.

Es por ello que la Fundación Salud Infantil de Elche, atendiendo a la gran demanda de plazas que tienen anualmente, también cuenta con un centro privado de Atención Temprana ubicado en el barrio de Altabix, aquí se atiende a niños de entre 0 y 16 años. De esta forma, según indica la responsable, «pese a que este segundo centro es privado, no podemos solventar la cantidad de demanda que tenemos cada año».

Los profesionales de los Servicios Sociales, Escuelas Infantiles y Centros Educativos también tienen un papel muy activo en este proceso de detección y derivación de los niños, ya que en muchos casos los propios padres no son conscientes de la gravedad del asunto, por ello, desde la Fundación se pide «más pedagogía» para ayudar a tratar estos tipos de trastornos del desarrollo.