El Parque Empresarial esconde bajo tierra un depósito equivalente a 29 piscinas olímpicas (73.200 metros cúbicos) para almacenar el agua de lluvia. Esta infraestructura permitió recoger desde septiembre de 2019 hasta el 31 de agosto de 2020 cifras de récord en Elche tras los episodios de gota fría: 651.300 metros cúbicos de agua de lluvia, más que durante el ejercicio total de 2019 en el que se recogieron 445.000 m3. Hay que tener en cuenta, también, que este año, en el mes de enero y tras el temporal Gloria se volvieron a llenar los tanques recogiendo 73.200 m3.

Estos depósitos almacenan las aguas pluviales que la red de alcantarillado no es capaz transportar durante un evento de precipitación media-intensa, situación muy frecuente y característica de nuestro clima mediterráneo y agravada por el efecto del cambio climático. A través de los 69 kilómetros de la red de alcantarillado se drena las 2.340 hectáreas de superficie urbanizada y conduce las aguas recogidas hasta la depuradora de Arenales del Sol para su depuración y reutilización para riego agrícola y el mantenimiento de la cubierta húmeda de las charcas del Clot de Galvany.

«Los tanques de tormenta son la solución a la impermeabilización que se produjo al urbanizar el parque empresarial y al no existir cauce público, como barrancos o río, donde verter las aguas pluviales de escorrentía generadas en el parque empresarial», explica Aitor Navero, responsable del departamento de Alcantarillado de la empresa mixta Aigües d'Elx.

Las aguas de lluvia tienen una cierta contaminación por dos motivos: en primer lugar, por los contaminantes que se encuentran suspendidos en la propia atmósfera y que son arrastrados por el agua de la lluvia, y en segundo lugar por la contaminación que se encuentra impregnada en el asfalto de los viales, por motivo de la circulación de vehículos, y que en este caso son arrastrados por el agua de lluvia por efecto de la escorrentía que ésta produce. Gracias a los tanques de tormenta, las aguas de lluvia son almacenadas durante los episodios de lluvia y una vez que finaliza la lluvia son impulsadas a la red municipal de alcantarillado para finalmente ser depuradas en la estación depuradora de aguas residuales situada en la pedanía de Arenales.

De esta forma se evita que se produzca la contaminación del cauce público por motivo del vertido de las aguas de lluvia contaminadas.

Según explica Aitor Navero, el funcionamiento del depósito de tormenta consiste en una estrangulación del paso de agua, que provoca que el exceso del caudal que transporta la tubería de llegada al tanque de tormenta, y que al no poder salir por la tubería de salida, hace que desborden y se introduzcan dentro del vaso del depósito del tanque de tormenta.

En su interior existen diferentes equipos electromecánicos sumergidos. Toda esta compleja red de saneamiento para la gestión de pluviales está dirigida por Aigües d'Elx, que permite analizar y controlar en tiempo real todas las instalaciones de los depósitos de tormentas, bombeos, etc.

Red de balsas

En la zona de ampliación del Parque Empresarial hay proyectada otra solución para dar salida al agua de lluvia. Se trata de un parque inundable al estilo del parque La Marjal de Alicante, pero en Elche, y por partida doble. La idea pasa por crear balsas de agua que la conecta al humedal artificial existente en la partida de Balsares.

Por otra parte, está previsto construir una balsa para almacenar las aguas pluviales que llegan a la depuradora de los Arenales del Sol en terrenos adquiridos por Aigües d'Elx para este fin. Esta balsa podrá almacenar unos 35.800 metros cúbicos de agua en episodios de lluvia, ampliando la capacidad de almacenamiento total del sistema hasta los 109.000 m3.

Con esta actuación pretenden reducir los vertidos de aguas pluviales en caso de que el caudal circulante por el colector del Parque Empresarial a la depuradora de Arenales supere la capacidad de tratamiento de la instalación. Las obras tienen un presupuesto de 2,13 millones.