El Centro Aragonés de Elche, una de las asociaciones representante de una comunidad regional más activa durante todo el año en la ciudad, junto a la andaluza, ha celebrado en la basílica de Santa María la tradicional misa baturra en honor a su patrona, la Virgen del Pilar.
Con muchas mañas y maños, el máximo dentro de la capacidad a la que ha quedado reducido el templo por la pandemia, ataviados con el traje típico o vistiendo el cachirulo, el tradicional pañuelo de cuadros rojos y negros, en el acto no han faltado las jotas pero sin baile. Así han recordado los aragoneses a su patrona, en un día muy especial donde también han tenido un momento para el recuerdo de todas las personas que han fallecido por la pandemia del covid-19.
El domingo tuvieron la tradicional sereneta a la virgen. El festival de jota que se realizaba en el Gran Teatro se ha suspendido a la espera de que en 2021 todo pueda volver a la normalidad.
