El portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche, Héctor Díez, anunció este martes que la empresa Aparcisa (Aparcamiento Ciudad Sanitaria SA) ha presentado, tal y como se esperaba, alegaciones contra el inicio del expediente de rescisión del contrato del Mercado, que se firmó en 2015. La mercantil ha apurado el plazo que le dio el equipo de gobierno, de diez días (el máximo que permite la ley podría haber sido hasta de 15), para contestar y en sus argumentos rechaza la decisión política, avalada por técnicos de las áreas de Contratación y Urbanismo, además del área jurídica, porque entiende que no existe una causa objetiva que lo justifique. Para la empresa el contrato del mercado no perjudica al interés general y los motivos que alega el Ayuntamiento de Elche al respecto son extemporáneos. Así entiende que la única causa de rescisión vendría avalada por un hallazgo arqueológico (de ahí las catas que a día de hoy mantienen la Plaza del Mercado patas arriba y vallada), porque a eso sí se comprometieron y fue el único riesgo que asumieron, pero el refugio de la Guerra Civil no tiene esa consideración -aunque el Ayuntamiento esté tratando de incluirlo como un bien patrimonial y defendible por la Ley de Memoria Histórica-; ni tampoco el Misteri porque hace cinco años, cuando se suscribió el contrato, las condiciones en las que se realizaban las representaciones son las mismas que en la actualidad, con o sin informe de Icomos.

En cualquier caso, el portavoz municipal anunció que el expediente completo se enviará ahora al Consell Jurídic Consultiu, lo que paralizará la resolución por un periodo máximo de tres meses. Para el caso de no obtener una contestación en ese plazo, se continuaría la tramitación para que ésta no supere los seis meses, lo cual daría lugar a su caducidad. El portavoz confía en que «el Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana emita una resolución que permitirá al equipo de gobierno seguir avanzando en la decisión de resolver el contrato del Mercado Central».

La mercantil dice que la única causa de disolución podrían ser los restos arqueológicos, pero ni el Misteri ni el refugio lo son

A lo que añadió: «Para el gobierno municipal este es un paso más en una decisión clara de resolver el contrato para dar una solución definitiva al Mercado Central y su entorno, con el fin de que que actúe como un elemento más de dinamizador del casco histórico, al mismo tiempo que lo están haciendo el resto de actuaciones del Plan Centro que ahora están en marcha».

"Esperamos seguir avanzando en los plazos para resolver esta pesadilla, este callejón sin salida"

Héctor Díez - Portavoz del equipo de Gobierno

Y concluyó con estas frases: «Esperamos seguir avanzando en los plazos y en los trámites para resolver esta pesadilla, este callejón sin salida que en el que se ha convertido la concesión con Aparcisa. Confiamos en que este proceso acabe pronto y podamos devolver la normalidad a la zona y establecer un proyecto real que dinamice el centro».

Oído o conforme

La resolución que dicte el Consell Jurídic no es una cuestión menor y puede ser de dos tipos porque, al ser un órgano consultivo, sus decisiones no son vinculantes. Ahora bien, si está de acuerdo con el expediente usará la fórmula «conforme con el Consell Jurídic Consultiu». Por el contrario, si se apartan del mismo la fórmula será: «Oído el Consell Jurídic Consultiu». El Ayuntamiento podrá seguir adelante en ambos casos, ahora bien, sería la primera vez que lo hace sin el consentimiento expreso dela primera institución consultiva y suprema del Consell.

Un proceso ante el TSJ que acabaría en el Supremo

Aparcisa está muy molesta con el Ayuntamiento por su decisión y máxime después de leer en el expediente que deberá asumir todos los costes generados desde 2015 porque eso era un riesgo que asumía cuando firmó el contrato. La mercantil, que en nada está de acuerdo, tampoco entiende que tenga que seguir manteniendo las instalaciones los próximos meses. Todo ello anuncia un proceso largo y tortuoso en los tribunales donde deberán resolverse dos cuestiones. Por un lado si realmente el proyecto es contrario a los intereses generales y la tesis del Ayuntamiento y de sus técnicos es la adecuada. Y, por el otro, si la empresa, en el peor de los casos, tiene o no derecho a una indemnización. Para responsables municipales lo único que se discutirá en el Tribunal Superior de Justicia, que es el órgano que tendrá que resolver estas cuestiones, es si cabe o no indemnización.

Tampoco la mercantil está de acuerdo con otra cuestión, como que el Ayuntamiento, resuelto el expediente y camino de los tribunales, tendría ya la libertad para hacer lo que quisiera con el Mercado; es decir, retirar las vallas o cubrir los restos arqueológicos. La empresa entiende que no podrá tocar nada y durante años porque el procedimiento, aseguran, acabará sí o sí al final ante el Tribunal Supremo. Esta solución, que se anuncia a muy largo plazo, dejaría el entorno del mercado en el lamentable estado actual