La Sección Séptima de la Audiencia Provincial, con sede en Elche, condenó ayer a nueve meses de prisión a un acusado de tráfico de drogas después de sorprenderle con un paquete que recibió por avión, desde Colombia, con un kilo y medio de cocaína. El caso data desde 2013 y pese a que el juicio estaba señalado para ayer, no se celebró al llegar la Fiscalía a un acuerdo de conformidad con la defensa, que supuso reducir significativamente la pena al aplicar un atenuante de dilaciones indebidas.

Los agentes detectaron el envío a través de un escáner de rayos X que se realiza de forma aleatoria a las mercancías internacionales. Rápidamente interceptaron el paquete y, para poder detener al destinatario, iniciaron un dispositivo en el que un agente de Aduanas se hizo pasar por el repartidor de la empresa de transportes, a la que se le pidió colaboración para utilizar la vestimenta típica de sus repartidores y dar credibilidad al dispositivo policial.

El acusado tomó las precauciones necesarias para no ser descubierto. La dirección era errónea, por lo que los agentes, haciéndose pasar por la empresa, se pusieron en contacto con él por teléfono para acordar la entrega. En una de esas ocasiones no se presentó, mientras que en otra de ellas mandó a una tercera persona, quedando en una gasolinera, a la que no le entregaron el paquete al no tener autorización. Fue ahí cuando se dio cuenta de que era una trampa, y los agentes iniciaron una persecución hasta detenerlo.