El grupo Popular, a través de su concejal Alfredo Mas, se ha mostrado tajantemente en contra de la actitud y políticas intervencionistas del concejal de Deportes respecto al Crevillente Deportivo C. F., que se llevan realizando desde la llegada del tripartito al Ayuntamiento.

El concejal de Deportes ha protagonizado en su primer año de gobierno multitud de desencuentros y desplantes contra el Crevillente Deportivo. El primero de ellos se produjo en febrero, cuando Marcelino Giménez desde su posición de concejal, en una entrevista se extralimitó abiertamente en su cargo al criticar a la directiva del club por la destitución del entonces entrenador del Crevillente. Un hecho insólito en el ámbito deportivo, puesto que según indican desde el Partido Popular, sería como escuchar al ministro de Deportes criticar a Florentino Pérez por su campaña de fichajes

El tripartito seguidamente rebajó notablemente la subvención que se concede al Crevillente Deportivo y a su vez para poder recibir la del año anterior, presionó al club a la firma de un convenio repleto de cláusulas que dejan sin margen de maniobra a la directiva de la entidad. 

La situación se ha empeorado con la pandemia, con el inicio de la temporada, porque la concejalía no permitió la apertura con público, limitando así los ingresos al club. Mientras tanto el Ayuntamiento organizaba todo tipo de actos con público en la Casa de Cultura, pero para el fútbol se prohibía la asistencia, algo que sólo hace que demostrar su inquina personal contra el club. 

Tras impedir el acceso al público en los partidos amistosos, tras las múltiples peticiones del Partido Popular, se permitió la apertura al público en el primer partido de la liga. Este inicio de temporada, según el club fue utilizado para ir en contra del Crevillente Deportivo , puesto que se condicionó la apertura al público a que la entidad aportara a su costa el personal de control de acceso, incluyendo a dos vigilantes de seguridad, en un claro agravio comparativo puesto que en los actos organizados en la Casa de Cultura por asociaciones de Crevillent, es el Ayuntamiento quien corre con los gastos de los vigilantes de seguridad. 

En este caso la Concejalía de Deportes prefiere no aumentar el número de conserjes, a pesar de que las resoluciones de la Conselleria de Sanidad indican que las medidas de control contra el covid-19 deben recaer en el titular de la instalación, en este caso el Ayuntamiento.

La situación ha estallado en los últimos días, habiéndose producido la dimisión del presidente del club y también la del tesorero y principal financiador, poniendo al club en una incertidumbre total, ya que se ponen en riesgo la viabilidad de la entidad y los salarios de los jugadores. 

El concejal del Partido Popular Alfredo Mas ha manifestado que “el concejal de Deportes debe de desistir de su actitud en contra del club, no sé de donde viene su inquina contra la entidad, pero tiene que cambiar su modo de hacer política de forma inmediata, ya que como concejal de Deportes se ha de limitar únicamente a promover el deporte local sin inmiscuirse en su gestión interna”.