Elche, es una ciudad con más de 5.000 años de historia, por lo que no es de extrañar que este Oasis Mediterráneo cuente con tres bienes reconocidos por la UNESCO, tres motivos que hacen que siempre merezca la pena visitar la ciudad: el Palmeral, el Misteri d’Elx y el Centro de Cultura Tradicional Museo Escolar de Puçol.

Porque aunque te quedes cerca de casa, puedes sentirte muy lejos.

Pero también es una ciudad llena de luz y de colores, el verde de su inmenso palmeral, el azul del mar, el ámbar de la arena de sus 9 kilómetros de playas, el dorado del oropel del Misteri d’Elx, el blanco de las palmas del Domingo de Ramos, el ocre y marrón de las fachadas y torres de sus museos y monumentos, el tostado de la Dama de Elche, el carmesí de la Granada Mollar, el cobre de los dátiles, el esmeralda de las hortalizas del Camp d’Elx y del Melón de Carrizal o el amarillo del arroz con costra… llénate de color mires donde mires, porque Elche ofrece una gran variedad de posibilidades para pasar unos días en familia, en pareja o con amigos.

Basílica de Santa María.

Como mil son los colores que se pueden ver en sus parques y espacios naturales; el Paraje Natural del Clot de Galvany, el Parque Natural del Hondo, el Camp d’Elx, las Salinas de Elche y Santa Pola y sus nueve kilómetros de playas.

Ciudad cultural y patrimonial.

Una extensa y variada red de museos y salas de exposiciones recogen y muestran el importante patrimonio cultural de Elche. A través de ellos, el visitante puede sumergirse en la historia de la ciudad y su legado arqueológico, descubrir el yacimiento de La Alcudia, lugar donde se encontró la Dama, contemplar una interesante colección de arte contemporáneo, conocer el apasionante universo que rodea el Misteri d’Elx, viajar a la Prehistoria o aproximarse a la cultura y las tradiciones locales.

Palmeral de Elche.

Diferentes épocas, reflejadas en muy diversos estilos arquitectónicos, se despliegan en el centro histórico ilicitano. Los restos de las murallas islámicas y el alcázar de la Señoría o palacio de Altamira, la majestuosa torre-fortaleza de la Calahorra, la basílica de Santa María y su bella portada, joya del barroco valenciano; el renacentista convento de la Mercè, los Baños Árabes de su subsuelo y el Ayuntamiento, de estilo gótico, conforman un grato y enriquecedor recorrido por el pasado de una ciudad rica en historia.

Museo Escolar de Puçol.

Come por los ojos; verde, rojo, marrón, amarillo, porque en Elche se puede disfrutar de una gastronomía rica y variada que se basa sobre todo en productos del Camp d´Elx como la granada mollar, los deliciosos dátiles, hortalizas, vinos, licores, quesos, aceites y los arroces a la leña, un plato con gran aceptación, destacando entre ellos, el arroz con costra.

Elche. Un destino, mil colores…

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Con la colaboración de Turisme Comunitat Valenciana