El Patronato del Misteri alerta que con el paso de los años se está perdiendo la transmisión generacional de la Festa, un factor que a la larga podría poner en riesgo este símbolo para la ciudad si pasa de ser «un dinosaurio vivo a un fósil». Desde el Patronato indican que deben seguir potenciando la divulgación de este patrimonio en centros educativos para que llegue a más estratos de la ciudad y fuera de ella ya que entienden que se está perdiendo el carácter popular de la fiesta.

Estas son algunos de los retos que se marcan desde el Patronato y que ayer expusieron en el primer encuentro nacional de Gestores de Patrimonio Cultural Inmaterial, un ciclo de conferencias online organizadas por el Ministerio de Cultura en el que durante dos días han participado también representantes de otros patrimonios inmateriales declarados por la Unesco como el proyecto pedagógico de Pusol, la Cal de Morón de la Frontera, el Instituto Andaluz de Flamenco o Tierras de Cerámica sobre las cerámicas talaveranas.

Héctor Cámara, patrono, intervino en una de las ponencias en representación de la Festa y alegó que para asegurar este bien inmaterial que durante siglos ha acompañado a los ilicitanos tiene que haber un equilibrio entre el carácter popular y el turístico. «El gran problema del Misteri es que está dejando ser el símbolo vivo e identitario, está perdiendo ese carácter y adquiere otro que tiene que ver con la patrimonialización y si se pierde el equilibrio tenemos un problema que realmente tiene que resolver el Misteri», expuso. De igual forma, explicaba que uno de los problemas es que en la ciudad no se ha conseguido que La Festa sea vista como un símbolo por el cual un nutrido grupo de la población se vea reflejado en masa. Achacan la pérdida de transmisión generacional también a la transformación que ha sufrido la ciudad en las últimas décadas cuando se disparó el número de residentes que venían de otras provincias buscando un porvenir y que no terminaron tomando como suyo este patrimonio inmaterial. «Esas personas son plenamente ilicitanas, reclaman la Dama y les gusta el Elche pero con el Misteri no hemos conseguido ese símbolo identitario», exponía Cámara.

Desde la Subdirección General de Patrimonio expresaban en este debate que en Educación Primaria y Secundaria hay transmisión de las tradiciones, pero el problema parte de que los jóvenes puedan sentirse identificados «y que forme parte de su ADN».

Ayudas

La finalidad de la ponencia de ayer era poner en común las consecuencias que ha tenido la inclusión de estos elementos en la lista representativa o buenas prácticas de la Unesco. Desde el Misteri explicaban que al ser un organismo autónomo tenían mejor organización, que desembocaba en más problemas burocráticos. Aún y asi, reseñaban que a pesar de tener una protección de la administración sienten que los patrimonios más alejados de la capital de la Comunitat tienen más complicaciones para optar a ayudas y no compiten por igual para concurrir a las ayudas públicas y «la cuestión es que el patrimonio inmaterial no se siente como un patrimonio verdadero», reseñaba Héctor Cámara. Respondían, además, que la patrimonialización hace que la salvaguarda se tenga que actualizar constantemente, lo que suponga retrasos en algunos trámites.

Desde el Museo de Pusol expusieron también que el hecho de estar inscritos en el registro de Buenas Prácticas para la Salvaguarda ha fortalecido el orgullo que tiene la pedanía de Pusol con su patrimonio durante estos 11 años de reconocimiento. Según Rafael Martínez, director de la Fundación Proyecto Pusol, ahora sienten que hay más responsabilidad para fomentar más actividades y para seguir la línea ascendente que lleva, así como para contar con más visitas progresivamente.

EL MUSEO DE PUSOL MIRA CON MÁS OPTIMISMO SU FUTURO



Desde el Museo de Pusol indican que el relevo generacional «está cubierto» porque al tratarse de una escuela siempre suele haber un vínculo entre el alumnado y su entorno, por lo que esperan que la cultura local esté salvaguardada y son muchos los vecinos que colaboran. De igual forma reseñan que desde que el proyecto fue reconocido por la UNESCO se han aumentado las campañas de difusión de este patrimonio y aseguran que las visitas han ido aumentando anualmente, aunque sin llegar a las cifras que registran otros museos céntricos como el MAHE.