Está previsto que, hoy, se reúna el Consejo Económico y Social. En la reunión, entre otras cuestiones, el equipo de gobierno informará sobre los trabajos de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), así como se someterá a debate la preparación de la consulta pública previa que, de acuerdo con la legislación, tiene que realizar el Ayuntamiento para su tramitación.

Recordemos que el vigente Plan General lo aprobó el Ayuntamiento en 1997 y la Generalitat en 1998. Hace la friolera de más de 22 años. Parece un plazo más que razonable para que se analice su nivel de ejecución y se planteen alternativas.

Según noticias que estos días han aparecido en Prensa, el Ayuntamiento baraja tres escenarios distintos: Una sería no ir a un nuevo PGOU, funcionar con el actual e ir haciendo modificaciones puntuales en caso de necesidad. Otra, el apostar por un crecimiento denominado policéntrico, con suelo residencial en el casco urbano y algunas pedanías importantes y seguir con la ampliación del Parque Empresarial e, incluso, planteando desarrollar el famoso Porta d’Elx o, como tercera opción, que se opte por el crecimiento entre la ciudad y el Parque Empresarial centrando el crecimiento en suelos consolidados y evitando crear nuevo suelo en el ámbito rural.

Ante tales propuestas parece que el dilema está claro: Mejor un nuevo plan incorporando propuestas razonables, actualizadas y sostenibles de crecimiento que seguir con el viejo plan. Mantener el plan de 1998, dejando su actualización a modificaciones puntuales, no parece el mejor método ni el más transparente. Elx ha cambiado mucho en estos 22 años y el vigente PGOU no ha incorporado gran parte de los progresos legislativos, ni una realidad que tanto ha cambiado en estos años.

Sólo en población, es de destacar que hemos pasado de los 191.712 habitantes de 1998 a los 232.517 de 2019, casi un 25% más. Un crecimiento muy importante, con todo lo que conlleva. Por otra parte, en este tiempo se ha aprobado una Ley de Patrimonio Valenciano que hubiera exigido, hace tiempo, una ampliación y mejora en el listado de protección de los bienes culturales ilicitanos. La declaración de Patrimonio de la Humanidad del Palmeral, hace 20 años, ha sido ignorada por el Ayuntamiento en su planeamiento, todo ha seguido como si aquella declaración no se hubiera producido. El Pativel, como antes el Patricova, deberían permitir incorporar nuevos espacios sensibles para evitar su edificación. Incluso desclasificando suelos. Igual pasa con zonas naturales que deberían protegerse más de cara al futuro. Y, en todo ello, el cambio que se produjo en la Generalitat en 2015 es muy importante para posibilitar apoyos a nuevas propuestas más sostenibles que, los tiempos actuales, están demandando, como alternativa a un modelo basado sólo en el ladrillo.

Un nuevo PGOU es imprescindible para el futuro de un Elx más sostenible. La población también está cambiando, los criterios medio-ambientales y el envejecimiento creciente requerirán otro modelo de ciudad más preparada para la convivencia y el disfrute ciudadano, con reducción del tráfico innecesario, creación de espacios peatonales, dotaciones suficientes, integración y mejora de barrios degradados, etc.

Elx merece tener un Plan General moderno y actualizado a una sociedad cambiante. El Ayuntamiento debe facilitar la máxima participación de la sociedad civil ilicitana en su elaboración. Llevamos muchos años, con todos los equipos de gobierno que han pasado, oyendo prometer que harán otro PGOU. Desde 2009, con Alejandro Soler, a enero de 2012, con Mercedes Alonso, cuando se decía que se iniciaba la primera fase del nuevo plan, o en noviembre de 2016, con Carlos González, cuando se decía que, en enero de 2017 se iniciaba la revisión. Debe ser uno de los planes más «iniciados» de España y ya veremos cuándo y cómo acaba. Por ello resulta tan extraña la propuesta de que se mantenga el actual Plan General. Es difícil de justificar tan conservadora opción, aunque el alcalde sea el único de los concejales que sigue en política de los que lo aprobaron en 1997. Tal vez el temor a abrir un debate como éste y la complejidad normativa actual puedan estar detrás de estos rácanos planteamientos.

Elx, sin duda, está preparado y merece tener un PGOU actualizado y que pueda dar las respuestas adecuadas a los nuevos retos de nuestra sociedad. Que el camino que hoy se inicia tenga continuidad. Después de 22 años, de momento, ya está bien.